Los ataques de drones ucranianos contra instalaciones claves de Rusia fueron significativos durante el 2024, afectando las cadenas de producción de sectores como el energético y obligando al Kremlin a reconsiderar la forma de proteger estas infraestructuras. Al menos 81 ataques contra refinerías de petróleo y depósitos de combustible en Rusia, Crimea y territorios ucranianos ocupados fueron llevados a cabo por aviones no tripulados de Kiev.
Los números y el impacto de los mismos, recabados por una investigación de BBC News Rusia, detallan diversas conclusiones. En primer lugar, que la estrategia de los ataques ucranianos cambió, buscando focalizarse en impactar instalaciones críticas para la logística militar de Rusia. Esto también se debió a que Kiev atacaba las infraestructuras petroleras que abastecían su mercado interno, aunque en la segunda mitad del año Estados Unidos pidió que dejaran de atacar mutuamente sus instalaciones energéticas por temor a que aumenten los precios mundiales del petróleo.
En segundo lugar, que los ataques con drones por parte de Ucrania efectivamente causaron problemas al sector energético ruso. Las estadísticas muestran que la producción de gas disminuyó en 2024 y los precios de combustible aumentaron. Además, la rentabilidad del sector se redujo porque se invertía mucho dinero en reconstruir las infraestructuras dañadas y el tiempo necesario para hacerlo era extenso.
A grandes rasgos, medios de comunicación como Reuters han podido confirmar que los ataques con drones ucranianos y las sanciones internacionales paralizaron más del 12% de la capacidad total de producción de Rusia. Producto de ello, cayeron los volúmenes de refinado de petróleo así como la producción de los recursos.
Una de las principales medidas adoptadas por Rusia recae en la necesidad de proteger las refinerías del país. Por ejemplo, un reciente fallo de un tribunal de Moscú obligó a Yandex a retirar de sus servicios diversos mapas que mostraban imágenes de refinerías de Rusia, siendo una de ellas la Ryazan Oil Refining Company (impactada con drones dos veces el año pasado).
Y si bien no está completamente claro si el gobierno de Putin está realizando acciones para ayudar a las empresas afectadas, se había comunicado que la Guardia Nacional Rusa (Rosgvardiya) se encontraba trabajando con el Ministerio de Energía para desarrollar medidas de seguridad, como la instalación de sistemas de defensa aérea Pantsir en las instalaciones. Otra medida recaía en equipar con cables especiales anti-drones a las refinerías, aunque no siempre logran evitar los ataques e incendios posteriores.
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Fuente: Meduza
