Estados Unidos ha levantado la prohibición de suministrar armas y entrenamiento a una unidad militar ucraniana, conocida por su polémica, que jugó un papel crucial en la defensa de la ciudad portuaria de Mariupol, informó el Departamento de Estado el martes.
La Brigada Azov es una de las unidades de combate más efectivas y reconocidas de Ucrania, aunque ha sido criticada por sus inicios como un batallón de voluntarios que atrajo a combatientes de derecha y por algunas de sus tácticas. Estados Unidos había prohibido que el regimiento usara armas estadounidenses debido a la ideología de algunos de sus fundadores.
Los actuales miembros de la Brigada Azov, ahora parte de la Guardia Nacional de Ucrania como la 12ª Brigada de Fuerzas Especiales, niegan cualquier acusación de extremismo o vínculos con movimientos de extrema derecha. Sin embargo, el Kremlin ha utilizado los orígenes del regimiento para justificar la invasión rusa, presentándola como una lucha contra la influencia nazi en Ucrania.
Polémica por la decisión de Washingtonpara con la Brigada Azov
La legislación estadounidense prohíbe proporcionar equipo y entrenamiento a unidades militares extranjeras o individuos sospechosos de cometer violaciones graves de derechos humanos. El Departamento de Estado afirmó en un comunicado que no encontró “ninguna evidencia” de tales violaciones por parte de la Brigada Azov.
Antes de la decisión del Departamento de Estado, Azov no podía participar en ejercicios militares occidentales ni acceder a armas financiadas por Estados Unidos. El levantamiento de esta prohibición probablemente fortalecerá la capacidad de combate de la brigada en un momento crítico de la guerra contra la invasión rusa, cuando Ucrania enfrenta una constante escasez de municiones y personal.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, expresó una opinión “extremadamente negativa” sobre la decisión de Washington. Describió a Azov como una “formación armada ultranacionalista” y acusó a las autoridades estadounidenses de estar “dispuestas a coquetear con los neonazis”.
Mucho antes de la invasión rusa a gran escala en 2022, Human Rights Watch había expresado preocupaciones sobre Azov, señalando acusaciones creíbles de abusos atroces por parte de sus combatientes.
Moscú ha descrito repetidamente a Azov como un grupo con ideas cercanas al nazismo y lo ha acusado de cometer atrocidades, aunque ha proporcionado pocas pruebas públicas. En 2022, el tribunal superior de Rusia designó oficialmente a Azov como grupo terrorista.
La Brigada Azov, en el ojo de la tormenta
La brigada surgió del Batallón Azov, formado en 2014 como uno de los muchos regimientos de voluntarios creados para luchar contra los separatistas respaldados por Rusia en el este de Ucrania. Desde 2022, la brigada ha tratado de cambiar su imagen pública, alejándose de sus controversiales orígenes ultranacionalistas para ser vista como una fuerza de combate eficaz y competente.
Los soldados de Azov jugaron un papel vital en la defensa de Mariupol, resistiendo un prolongado asedio con escasas municiones en la planta siderúrgica de la ciudad portuaria del sur, a pesar de los devastadores ataques rusos.
En Ucrania, son considerados héroes, recordados por su resistencia en la extensa planta siderúrgica que se convirtió en un símbolo de la tenacidad ucraniana en la guerra contra Rusia. La población ucraniana realiza manifestaciones semanales para pedir la liberación de cientos de prisioneros de guerra de Azov que permanecen en cautiverio ruso.
