El 16 de mayo, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso declaró persona non grata al agregado militar británico en la embajada del Reino Unido en Moscú, Adrian Coghill, dándole una semana para abandonar Rusia. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, esta medida es una respuesta a la expulsión del agregado militar ruso del Reino Unido, calificándola de “hostil e infundada”.
“Esta acción no representa nuestra reacción completa a las hostilidades antirrusas del 8 de mayo por parte de Gran Bretaña. Los responsables de la escalada serán informados de nuevas contramedidas”, indicó el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en un comunicado.
Anteriormente, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso había declarado que considera al Reino Unido como “parte en el conflicto” y que Rusia atacaría activos militares británicos tanto en Ucrania como en otros lugares. Esta declaración fue en respuesta a una entrevista del ex primer ministro británico David Cameron con Reuters, en la que mencionó que Ucrania podría usar armas proporcionadas por Gran Bretaña para atacar objetivos en territorio ruso.
La respuesta del Reino Unido
El Secretario de Defensa del Reino Unido, Grant Shapps, ha calificado esta expulsión como “una medida desesperada” por parte de Rusia, debido que era de público conocimiento que “el agregado de Defensa de Rusia en el Reino Unido actuaba como un espía” mientras que “el único problema de Putin con el nuestro era que personificaban el apoyo inquebrantable del Reino Unido a Ucrania frente a su invasión ilegal y bárbara”.
