Desde el 26 de marzo, seis activistas opositores se encuentran alojados en la Embajada de Argentina en Caracas después de que el gobierno de Nicolás Maduro emitiera órdenes de arresto en su contra. A pesar de los esfuerzos de las autoridades argentinas por protegerlos, el oficialismo venezolano ha bloqueado cualquier intento de facilitar su salida del país, lo que ha aumentado la tensión diplomática entre ambas naciones.
En las últimas semanas, se había negociado la posibilidad de emitir salvoconductos para permitir que los refugiados salieran del país, pero según informes de Reuters, la Fiscalía venezolana había supuestamente emitido estos documentos el 5 de abril, lo cual fue negado por fuentes de la Cancillería argentina. Ahora, se está considerando llevar el caso a instancias internacionales como la OEA o la CELAC.
Los seis dirigentes refugiados son activistas del movimiento liderado por María Corina Machado, Vente Venezuela, quienes estaban en la clandestinidad después de ser acusados por el gobierno de Maduro de desestabilización y conspiración. Aunque en un principio no se revelaron sus identidades, posteriormente se confirmó que incluyen a Magalli Meda, Pedro Urruchurtu, Claudia Macero, Humberto Villalobos, Omar González y Fernando Martínez Motolla.
Una relación diplomática que pende de un hilo
La relación entre los gobiernos de Maduro y Milei ha sido tensa, con disputas como la prohibición de vuelos argentinos sobre Venezuela en marzo de 2024 y las críticas públicas de Milei hacia Maduro. Después de que la Embajada argentina anunciara el asilo político a los seis opositores, se denunció un corte de energía eléctrica en las instalaciones, lo que llevó al gobierno de Milei a anunciar el envío de militares para reforzar la seguridad, aunque esto finalmente fue negado por la Cancillería venezolana.