El juicio a Donald Trump, el primero de carácter penal contra un expresidente de Estados Unidos, comenzó este lunes en un tribunal de Manhattan. El magnate, que enfrenta acusaciones relacionadas con falsificación de registros comerciales y otros cargos penales, se refirió al proceso como una “persecución política” de cara a las elecciones presidenciales y aseguró que es un “asalto a Estados Unidos”.
Al comenzar la audiencia, el juez a cargo del caso, Juan Merchán, rechazó la solicitud de la defensa para apartarse del proceso tras alegar conflicto de intereses. Además, descartó las críticas de la defensa sobre la imparcialidad del cuestionario al jurado, subrayando que el proceso de selección debía centrarse en la objetividad de los candidatos.
El proceso de selección de los 12 miembros del jurado puede llevar hasta dos semanas debido a la polarización política en torno a Trump. El abogado del expresidente, Todd Blanche, argumentó que el cuestionario para los jurados tenía una “asimetría” que podría conducir a seleccionar personas hostiles hacia el expresidente.
Según destacó The New York Times en una publicación reciente, mientras la Fiscalía parece preferir jurados con estudios universitarios e inclinaciones progresistas, la defensa de Trump apuesta por ciudadanos con sensibilidades conservadoras, incluyendo personal de cuerpos de seguridad y personas con experiencias negativas con el sistema judicial.