La cuestión de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos a dado que hablar a Donald Trump, desde declaraciones de menosprecio, pasando por una compresión del valor y utilidad que representan para la población estadounidense, la vuelta del expresidente vuelve a poner sobre la mesa un debate un tanto crítico. 

Algunas de las medidas que pasaron por su mandato presidencial incluyeron la creación de la Fuerza Espacial, el acercamiento a Corea del Norte, el envío de soldados a la frontera con México, y el desvío de fondos del Pentágono para la construcción de un muro fronterizo. 

Sin embargo, Trump continua con el apoyo de la comunidad militar. Por ejemplo, antes de las elecciones de 2020, 235 generales y almirantes retirados firmaron una carta en apoyo de la campaña de reelección de Trump y lo mismo sucedió en 2021. Entonces, ¿qué es lo que ha dicho Trump en los últimos años que da indicios de emplear a los militares en un eventual segundo mandato? 

Fuerza militar contra cárteles de droga

En el mes de diciembre del 2023, Trump expresó su intención de declarar a los cárteles de la droga “organizaciones terroristas extranjeras” y utilizar contra ellos diversas medidas militares, como fuerzas especiales, guerra cibernética y acciones encubiertas. Por otro lado, también mencionó la idea de utilizar misiles contra México para atacar los laboratorios de drogas, junto con el uso de buques de la Armada y Guardia Costera para detener el tráfico de drogas. 

En ese sentido, diversos analistas sugirieron que esto podría ser potencialmente ilegal  y podría conducir a consecuencias no deseadas, incluyendo la interrupción del comercio con México.

Liberación del Marxismo y Comunismo 

Declaraciones de Trump relacionadas con las políticas militares hicieron referencia al restablecimiento de la prohibición de que las personas transgéneros sirvan en el ejército y el tratamiento de la cuestión de los miembros del servicio retirados por incumplimiento de los mandatos de la vacuna COVID-19.  

Además, Trump y sus colaboradores han insinuado un examen ideológico más amplio en las fuerzas armadas, en particular apuntando a las referencias al marxismo y al comunismo, que se interpretan como críticas a los programas de diversidad, equidad e inclusión.

Por otro lado, la Fundación Heritage presentó un proyecto para el gobierno republicano que propone una revisión rigurosa de los ascensos de oficiales de bandera para evaluar las prioridades de los oficiales, como el cambio climático o la ingeniería social. A su vez, menciona la posibilidad de restablecer el Anexo F, una orden ejecutiva de las últimas semanas de Trump en el cargo, que podría reclasificar a los funcionarios de carrera, haciéndolos más fáciles de despedir y reemplazar con leales a Trump.

El uso contra los civiles

El año pasado, el Washington Post informó de que los leales a Trump estaban elaborando planes para movilizar potencialmente al ejército contra los manifestantes tan pronto como su primer día en el cargo. Esta decisión se basa en la Ley de Insurrección, una ley que se remonta a los primeros días de la república y permite al presidente utilizar el ejército o federal izar la Guardia Nacional “siempre que el Presidente considere que obstrucciones ilegales, combinaciones o reuniones, o rebelión contra la autoridad de los Estados Unidos hacen impracticable hacer cumplir las leyes de los Estados Unidos”.

La Ley de Insurrección ha sido invocada 30 veces en la historia de Estados Unidos, con casos que van desde George Washington reprimiendo la Rebelión del Whisky hasta George H.W. Bush llamó a las tropas durante los disturbios de 1992 en Los Ángeles.

Los críticos sostienen que el amplio lenguaje de la Ley de Insurrección podría permitir a un presidente utilizar el ejército por diversas razones, socavando potencialmente el principio de unas relaciones cívico-militares sólidas.

Campos de detención y tropas de Guardia Nacional  

Diversos informes sugieren que las tropas militares podrían participar en los planes de inmigración que han sido trabajados por los aliados de Trump. Si bien las tropas militares, incluida la Guardia Nacional, pueden ser enviadas a la frontera sur para diversas tareas, movilizarse para fines de aplicación de la ley nacional está restringido por el estatuto posse comitatus.

Despliegue de Guardia Nacional en ciudad de Estados Unidos para lucha la delincuencia y las enfermedades mentales

Trump ha expresado que no está dispuesto a esperar a que los gobernadores movilicen a la Guardia Nacional en ciudades que se enfrentan a problemas relacionados con la delincuencia y las enfermedades mentales. Nuevamente, esta posibilidad deriva de la Ley de Insurrección que permite el uso de tropas federalizadas, incluida la Guardia, para hacer cumplir la ley dentro de EE. UU. 

A su vez, diversos comentarios de Trump apuntan a que el expresidente ampliará la definición de hacer cumplir la ley para incluir el tratamiento de problemas como la falta de vivienda y las enfermedades mentales. En ese mismo línea se utilizarían diversas herramientas y autoridades para abordar estos problemas, incluida la posible detención y reubicación de personas sin hogar.

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