El pasado 4 de abril, el Banco Mundial cambió su proyección de crecimiento estimada para Argentina en 2023, reduciendo la misma del 2% que había estimado en enero a 0%. Según su pronóstico, la economía argentina no crecerá este año y consideró que el país necesita “estabilidad macroeconómica” para aumentar el flujo de inversiones. El organismo también vaticinó un incremento de la economía del 2% para 2024.
El economista jefe para América Latina y el Caribe del organismo financiero, William Maloney, hizo hincapié en la estabilidad económica y se refirió a esta como un “prerrequisito para que aumente el flujo de capitales del exterior y también la actividad económica de los emprendedores”. El funcionario agregó: “no tenemos un pronóstico, apoyamos el programa con el FMI y esperemos que se garantice la estabilidad macroeconómica. Hay varios préstamos para este año como en tiempos anteriores y trabajamos en los aspectos sociales”.
El Banco Mundial redujo su proyección de crecimiento del PBI argentino en un análisis que contempla el empeoramiento de las perspectivas globales, la desaceleración de la expansión económica mundial y la coyuntura interna. El informe El Potencial de la Integración: Oportunidades en una Economía Global Cambiante indica cuatro factores claves que explican este fenómeno: las altas tasas de interés, una caída en la demanda de los principales destinos de las exportaciones de la región, la incertidumbre provocada por la recuperación económica de China tras la pandemia y la caída de los precios de las materias primas.
Además, durante la presentación del informe, Maloney afirmó que la sequía refleja la necesidad de mitigar las altas temperaturas, las cuales tienen un efecto sobre el crecimiento de países como la Argentina.
América Latina
A nivel regional, señaló que América Latina es la región que menos ha crecido desde 2019, y estimó un crecimiento que oscila entre 1,4% para este año y 2,4% en 2024 y 2025. A su criterio, Argentina, Chile y Colombia se presentan como los países de la región más afectados en sus previsiones de crecimiento, debido al contexto internacional desfavorable.
“La sequía tiene un impacto indirecto de un agujero de unos US$20.000 millones de liquidación de divisas y unos US$5000 menos de recaudación por derechos de exportación, que se van a traducir en más emisión, más brecha y mayores restricciones cambiarias y a las importaciones. En el segundo semestre, tenés todo el impacto de la incertidumbre electoral, y todavía no incorporamos el efecto de la nueva acelerada inflacionaria sobre salarios reales este primer trimestre”, mencionó el director de Consultora Ledesma.
Según el economista jefe, los bancos centrales están tratando de contener la inflación con más tasas de interés resultando en un efecto nocivo de mediano plazo sobre el crecimiento. Es por esta razón que propone desalentar las expectativas inflacionarias. En ese sentido, Brasil y Chile “van a dejar de aumentar las tasas. Creemos que la mayoría de los países cumplirá con esa baja en 2024”.
Maloney consideró que para impulsar el crecimiento que tanto necesita la región, “los países deben preservar la resiliencia que tanto les costó ganar y aprovechar las oportunidades únicas que ofrecen las tendencias de la economía mundial hacia la relocalización de empresas y la industria verde”.
Según el Banco Mundial, solo Chile tendrá recesión este año; la Argentina no crecerá pero sí avanzará el PBI de otras naciones, como Brasil (0,8%), México (1,5%), Uruguay (1,8%), Paraguay (4,8%), Bolivia (2,7%) y Ecuador (3%).
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fernandito ha dicho en la pose que vamos poner argentina de pie
logro dollar a 1000
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