En el marco de su primera visita oficial a Argentina como presidente electo de Brasil, para asistir a la VII Cumbre de Jefes y Jefas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Luiz Inácio Lula da Silva y su homologo anfitrion, Alberto Fernandez, suscribieron a una extensa Declaración Conjunta de Cooperación, que abarca una serie de temas estratégicos para ambos países. Además de la declaración para cooperar mutuamente, los mandatarios sudamericanos plantearon la idea de crear una moneda única para el comercio.
En un artículo conjunto que fue publicado por un medio argentino, los presidentes de Brasil y Argentina afirmaron que buscan renovar las discusiones sobre la formación de una moneda común para las transacciones financieras y comerciales. Sin embargo, si bien el objetivo de este proyecto es el de impulsar el comercio regional y la integración entre ambos países, varios economistas sostienen que son numerosos los obstáculos económicos y políticos que deben sortear para que la propuesta se concrete.
En línea a esto, desde el medio digital The Atlantic, publicaron un análisis donde destacan las dificultades que conlleva este proyecto de moneda común. En este sentido, retoman como ejemplo la experiencia de la UE, y explican que las monedas comunes exigen que los países tienen “sistemas políticos estables y una visión compartida de la política macroeconómica”, por lo que entienden que para que el “sur” funcione, “Argentina y Brasil primero tendrían que eliminar las barreras comerciales, fortalecer los lazos políticos, armonizar las regulaciones comerciales y tomar medidas para permitir el libre flujo de mano de obra y capital entre los dos países”.
Dificultades y diferencias económicas
En tanto, otro obstáculo importante que lograron apreciar es el hecho de que una moneda común “favorece solo a uno de sus dos proponentes”. Y explica: “En el corto plazo, Argentina tendría mucho más que ganar. Brasil tiene una moneda fuerte y estable que está protegida por un vigilante banco central independiente, que ha logrado mantener la inflación en un solo dígito desde 2004”, siendo por el contrario el caso argentino, que durante el último año, registró una tasa de inflación que alcanzó el 95 por ciento.