Recientemente, el medio The New York Post, reveló que funcionarios locales anunciaron que el globo de origen chino – que fue derribado por las fuerzas aéreas norteamericanas el pasado 4 de febrero – contenía sensores y mecanismos electrónicos destinados posiblemente para la recopilación de inteligencia. Las partes del mismo fueron recuperadas del océano por personal de la Marina estadounidense.
En este sentido, el Comando Norte del Ejército de Estados Unidos afirmó a través de un comunicado que: “Los equipos han podido recuperar una cantidad significativa de escombros del sitio, incluidos todos los sensores prioritarios y las piezas electrónicas identificadas, así como grandes secciones de la estructura”.
El globo que llevaba sobrevolando el territorio estadounidense desde hacía una semana – y fue derribado finalmente el 4 de febrero – era, según el Gobierno de China, un dirigible civil utilizado para investigaciones principalmente meteorológicas. Sin embargo, miembros del equipo de respuesta de evidencia del FBI llevaron adelante una investigación donde estudiaron los restos para evaluar qué tan extensas eran sus capacidades de vigilancia – a pesar de no disponer del acceso a la mayoría de la “carga útil” del globo: su electrónica -. Lo que el ejército ahora dispone es la electrónica crítica.
En línea a esto, el descubrimiento de este globo despertó una alerta máxima por parte de los funcionarios de Estados Unidos respecto a otros dispositivos extranjeros de recopilación de inteligencia que vuelan sobre el territorio de dicho país y no fueron captados por el radar Precisamente, hace unos dias, militares estadounidenses lograron localizar y derribar tres objetos en movimiento.
Mientras tanto, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin III, sostuvo que dichos objetos no representan una amenaza militar, sin embargo sí representan un peligro para la aviación civil y potencialmente una amenaza para la recopilación de inteligencia. Añade además que la prioridad del país es la “recuperación de escombros para que podamos tener una mejor idea de que son estos objetos. Estamos trabajando en estrecha colaboración con el resto del gobierno federal, incluido el FAA, el FBI, la NASA y otros, para analizar lo que podríamos estar viendo”.
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