El próximo martes 8 de noviembre se desarrollarán las elecciones de medio término en Estados Unidos, conocidas popularmente como Midterms. En las mismas, se renovará la totalidad de los 435 miembros de la Cámara de Representantes, así como 35 de las 100 bancas del Senado nacional. Asimismo, se elegirán a los gobernadores en 36 de los 50 Estados del país, sumado a cuantiosas elecciones y referéndums que se celebrarán a nivel local y estatal a lo largo y a lo ancho del país.
Desde octubre en numerosos Estados se habilitó la votación anticipada (early voting) ya sea de forma presencial en centros habilitados para ello o por medio del correo. Hasta el momento, 38.7 millones de personas votaron, siendo un 45% votantes registrados demócratas, un 36% republicanos y un 19% independientes, cifras que de mantenerse superarán el récord de las Midterms 2018.
En un discurso televisado el miércoles pasado, Biden afirmó que “la democracia está en juego” y que es un límite jugar con la democracia, refiriéndose a las declaraciones de varios republicanos de negarse a aceptar el resultado electoral si les era desfavorable. La oposición contraatacó acusando a Biden de dividir y distraer al pueblo de los problemas reales como el aumento del costo de vida.
Lo que es certero es que las Midterms se están desarrollando en un clima tenso y extremadamente polarizado, siendo el reciente ataque al esposo de la Presidente de la Cámara Baja, Nancy Pelosi el más prominente de una serie de agresiones violentas a políticos de ambos partidos.
El plan de ambos partidos difiere: mientras los demócratas intentan atraer votantes mediante una estrategia programática (resaltando la aprobación de la Inflation Reduction Act o atacando la decisión de la Corte Suprema contraria al aborto), los republicanos resaltan los números rojos de la economía y fustigan la estrategia de Biden respecto a la guerra en Ucrania. Asimismo, cuestionan la idoneidad del Presidente para el cargo dada su avanzada edad, situación que se agravó por errores cometidos por Biden en discursos recientes, confundiendo incluso dónde murió su hijo.
El Senado
Los demócratas actualmente poseen la más ajustada de las mayorías en la Cámara Alta, donde se encuentran empatados con los republicanos en 50 bancas, y han dependido de la Vicepresidente Kamala Harris para el voto decisivo.
Dado que el Partido Republicano renueva un mayor número de bancas en esta vuelta (21 contra 14) las matemáticas auguraban un escenario más auspicioso para los demócratas en principio. No obstante, la elevada inflación y la desaprobación de Biden han colocado a la oposición en una posición ventajosa para recuperar el dominio del Senado. De hecho, es tal el nivel de confianza que los republicanos se sienten en su momentum y aseguran públicamente que ganarán ambas cámaras.
Yendo a los números finos, las encuestas muestran que los republicanos de hecho han aumentado su intención de voto, y que dado el extremo nivel de paridad, escasísimos votos decidirán el control de la Cámara Alta, siendo los escaños claves que lo definirán Nevada, Wisconsin, Pennsylvania, Arizona, North Carolina, Ohio, Colorado, New Hampshire y Georgia, de acuerdo a Cook Political Report.
En este último estado, es probable que se repita un escenario: dada la presencia de un tercer candidato y a una regla de segunda vuelta en caso de que ninguno llegue al 50% +1 de los votos, este “balotaje” definirá qué partido controlará el Senado, tal como ocurrió en las elecciones de 2020. Es por eso que la elección por el escaño en disputa en Georgia, que enfrenta por primera vez en la historia a dos afroamericanos, es mirada con tanta atención por ambos bandos y se encamina a tener un gasto récord en avisos publicitarios y actos de campaña de mantenerse este ritmo.
Se renuevan gobernadores
Entre los 36 Estados que renuevan gobernador, se destacan por la paridad Wisconsin, Nevada, Kansas, Oregon y Arizona. La inflación y la alta desaprobación de Biden a nivel nacional están afectando a los candidatos demócratas, según las encuestas.
El caso de Florida es particular, siendo el principal Estado pendular (swing state) de las últimas décadas, aunque esta tendencia parece haber cambiado desde la presidencia de Trump, siendo crecientemente conservador. De hecho, en 2020 fue la primera vez en años donde el ganador de Florida no coincidió con el ganador nacional.
Esta situación pareciera acentuarse para este ciclo electoral, dado que las encuestas muestran una ventaja sólida del candidato republicano Ron DeSantis, muy por encima del medio punto porcentual con el que ganó en 2018. Se destaca la creciente proporción de votantes latinos que apoyan al candidato republicano. De revalidarse estos guarismos, Florida pasará a ser un Estado similar al conservador Texas en vez de un Estado realmente en disputa.
Cámara de Representantes
En la Cámara Baja del Congreso norteamericano, el oficialismo cuenta con una ajustada mayoría con 220 escaños, mientras los republicanos poseen 212 y necesitan ganar 6 para recuperar el control del cuerpo legislativo. En este sentido, las predicciones electorales coinciden en mostrar una ventaja para la oposición republicana, que de confirmarse significará que por primera vez en cuatro años los conservadores controlarán la Cámara.
Cabe recordar que los escaños de este cuerpo legislativo se eligen de forma diferente a la Argentina, dado que cada distrito congresional elige un solo representante por pluralidad de votos. Los Estados más poblados están divididos en una mayor cantidad de distritos congresionales. Esta será la primera elección que se llevará a cabo desde los ajustes que se debieron llevar a cabo como resultado del Censo de población de 2020.
Como es lamentablemente usual, esto generó polémica dadas acusaciones mutuas de gerrymandering o manipulación de los límites de cada distrito para beneficio electoral, lo que generó demandas judiciales en varios Estados para intentar revertir esta manipulación, con éxito en varios casos.
Volviendo a lo estrictamente electoral, la principal duda es por cuánto margen se impondrá el Partido Republicano. En este partido sueñan con una victoria contundente como la acaecida en 2014, cuando ganaron 247 de los 435 escaños. Algunos sondeos plantean este escenario mientras otros señalan una mayoría más acotada.
Conclusiones finales
Las elecciones de medio término de 2022 parecerían anticipar malas noticias para los demócratas: si las encuestas se cumplen, el gobierno de Joe Biden se debilitaría notablemente, perdiendo posiblemente el control de ambas cámaras del Congreso y varias gobernaciones. Otro aspecto que suele afectar notoriamente el desempeño del oficialismo en las Midterms es la imagen presidencial. Y si bien en las últimas encuestas Biden recuperó un poco de popularidad, su imagen negativa sigue siendo muy alta.
De acuerdo a un informe del Pew Research Center, casi el 80% de los encuestados resaltó la economía como un asunto relevante a la hora de emitir su voto, siendo con distancia el tema más votado. El aborto, elegido por los demócratas como tema insignia, fue elegido como crucial por el 56%. De confirmarse estos guarismos en la elección, serán excelentes noticias para los republicanos, que decidieron focalizarse en la economía en estas Midterms.
Si finalmente Biden pierde volumen legislativo, sumado a la escalada inflacionaria que no cesa pese a la suba de tasas de la Reserva Federal y a las proyecciones de una muy probable recesión económica en 2023, complica las chances demócratas para imponerse en las presidenciales de 2024.
En el escenario que Biden decida no ir por la reelección, los demócratas enfrentan una situación similar a 2020, con falta de liderazgos claros. Una derrota clara en las midterms le haría difícil a Biden o Harris imponerse en una primaria para las presidenciales de 2024. Una victoria inesperada o un resultado ajustado, en cambio, les permitiría soñar.
En el campo republicano la situación no es mucho mejor. Donald Trump ha conseguido con cierto éxito mantener su liderazgo al imponer varios candidatos de alto perfil en las primarias de este año, mientras sus seguidores ruegan que se presente en 2024. Hasta el momento, ningún candidato más moderado o alineado al establishment ha emergido con claridad para disputar su primacía. De hecho, Trump anunció que es muy posible que sea candidato en 2024.
En cualquier caso, estas midterms ofrecerán una mejor perspectiva de las prioridades de los estadounidenses, servirán como un referéndum sobre el gobierno de Joe Biden y esclarecerán un poco la neblina hacia las presidenciales de 2024.
Te puede interesar: Estados Unidos próximo a definir las elecciones de medio término