En el marco de la conmemoración del 25 aniversario del traspaso de Hong Kong desde al ala del Reino Unido al mando de la República China, el líder local Xi Jinping resaltó el mando de Pekín sobre dicho territorio, y afirmó que la democracia no está en juego en dicho lugar.
Esto último refiere a la negación de un intervencionismo desde China potenciado por la represión en Hong Kong, algo fuertemente alertado y denunciado por activistas y militantes políticos disidentes a la visión unificadora del mandatario.
El evento implicó el arribo de un nuevo gobierno a Hong Kong, encabezado por John Lee. Medios internacionales identificaron esto como prueba de la influencia del Partido Comunista sobre el territorio, debido a las represiones domésticas que buscaron contener y persuadir a movimientos contrarios a la entidad.
Lee -a cargo de la cartera de seguridad de la ciudad durante las protestas que tomaron lugar en 2019- minimizó cualquier cuestionamiento a su procedencia y se limitó a afirmar que buscaría que Hong Kong se tornara una ciudad “llena de vitalidad y oportunidades”.
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