Actualmente, la región africana de Tigray se enfrenta a una alta crisis debido a los seguidos meses de enfrentamientos entre el ejército federal y sus aliados contra las fuerzas rebeldes. Este conflicto ha dejado miles de nacionales a la espera de ayuda internacional, la cual no logra llegar a la zona afectada.
Según Naciones Unidas (ONU), los suministros de ayuda no logran arribar al lugar, aunque un portavoz del gobierno negó rotundamente que se estén interrumpiendo.
Grant Leaity, coordinador humanitario interino de la ONU para Etiopía , afirmó que “las vidas de millones de civiles dependen de nuestra capacidad para llegar a ellos con alimentos, suministros nutricionales, medicinas y otra asistencia crítica”.
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Naciones Unidas estima que 5.2 millones de personas necesitan asistencia urgente para evitar que se convierta en “la peor situación de hambruna en el mundo en décadas”.
Varios trabajadores humanitarios afirman que 100 camiones que transportan provisiones deberían llegar a Tigray todos los días, pero que ninguno ha logrado aterrizar en el lugar desde el 22 de agosto.
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En la mayoría de las áreas las agencias humanitarias se han quedado sin provisiones para distribuir en Tigray. Frente a la situación, Leaity pidió al gobierno que permita la entrada de personal y suministros sin obstáculos pero continúa negando que se bloquee la ayuda.
Se estima que el conflicto inició en noviembre del año pasado y que miles de civiles han muerto por el mismo. Además, millones de nacionales se han visto obligados a abandonar sus hogares y otros han optado por el exilio.