En la continuación del Ciclo “Consensos en la Política Exterior” tuvimos el honor de hablar con el embajador Julio Lascano y Vedia, el cual destaca la necesidad de complementar la política exterior con políticas de desarrollo y crecimiento centradas en la generación de empleo, como así también la importancia de lograr una inserción práctica en el mundo a partir de círculos estratégicos, diversificando los socios de Argentina a partir del crecimiento de exportaciones en sectores tales como el energético, la industria de litio y la explotación marítima.

Julio Lascano y Vedia es Director de la Escuela de Relaciones Internacionales (USAL) y miembro del Consejo académico de la Facultad de Ciencias Sociales.  Magister en relaciones internacionales (ISEN 1985). Licenciado en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales (UCA 1983). Embajador de carrera egresado del Instituto del Servicio Exterior de la Nación en 1985, llegó al rango de Embajador en 2012. Es Profesor titular de Teoría y práctica diplomática; y profesor de política exterior argentina y política internacional, en la Universidad del Salvador. Profesor de la Universidad de Belgrano de Organismos Internacionales, donde fue profesor de Historia de las Relaciones Internacionales. También fue profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto del Servicio Exterior. De cuarenta años en el Servicio Exterior, estuvo destinado treinta en el exterior en funciones de Cónsul en Italia y Uruguay. Fue Consejero en Italia, Ministro en las embajadas en Cuba, México y Uruguay, y Embajador en Angola.  Autor de los libros: “Hacia una nueva diplomacia: ideas para el diseño de una política exterior” editorial Biblos (2020) Buenos Aires; “Contrapuntos para comprender las relaciones internacionales en el siglo XXI.: un análisis crítico de la política internacional” editorial Teseo (2020) Buenos Aires; y “Política y Diplomacia” editorial Tu llave (2009) Buenos Aires. Ha publicado diversos artículos sobre relaciones internacionales y política exterior en revistas foros y universidades de Argentina y en el exterior. 

A continuación la entrevista completa: 

Escenario Mundial – En su consideración, ¿cómo mira actualmente la Argentina al mundo? ¿Cuáles son los principales ejes que están moldeando la Política Exterior del Estado?

Julio Lascano y Vedia – La Argentina se encuentra actualmente en una frágil situación de inserción internacional, aunque atenta a observar cuáles pueden ser los mejores ejes de asociación estratégica para su crecimiento.

No lleva adelante una política exterior de mayor apertura y está aún falta de iniciativas en la promoción de oportunidades comerciales y desarrollo de las relaciones internacionales económicas.

Los principales ejes de la política de estado en el orden exterior son conservadas con cuidado y atención : Malvinas, Mercosur y plataforma continental conservan la necesaria constancia y presencia suficiente ante los demás estados, regiones  y organismos internacionales.

Falta reforzar estas políticas de estado con política de crecimiento, desarrollo y consenso social que nos condicionan en el nuevo orden mundial. Empezando por directivas y lineamientos político institucionales en los temas de seguridad internacional, medio ambiente y soberanía alimentaria. Además de sumar esfuerzos a consolidar la negociación de la deuda externa, promover inversiones y generar mayor intercambio internacional.

EM – ¿Cómo afecta al posicionamiento argentino con y para el mundo la pandemia y la crisis generalizada por el Coronavirus? ¿Qué escenarios a futuro se deberían preponderar?

JLV – La Argentina es un país periférico que requiere de un ordenamiento previo para la confrontación de la trágica pandemia mundial del coronavirus. El país se encuentra bajo la mirada mundial de países centrales  y estados en vías de desarrollo  -incluso empresas y laboratorios- que advierten un frágil sistema jurídico de garantías internas e internacionales y la falta de políticas económicas que aseguren un correcto desarrollo en el tratamiento de la pandemia y un posterior despegue productivo a partir de los seguros daños estructurales que el país deberá afrontar en la post pandemia.

La Argentina es un país periférico que requiere de un ordenamiento previo para la confrontación de la trágica pandemia mundial del coronavirus

Julio Lascano y Vedi

Los escenarios futuros a ponderar serán relativos a la eficiencia de gobernabilidad en el campo de la salud pública, la economía y sus programas sociales de apoyo y la generación de un sistema de apoyo y recuperación en el orden interno y externo, en el campo privado y público. La mira debe apuntar necesariamente a la prioridad : generación de empleo. 

El otro escenario que debemos observar se relaciona con las estrategias de relacionamiento externo, a partir de ponderar durante la pandemia y al momento de un relativo control mundial de la misma, cuales son los círculos estratégicos de asociación y vínculos con los estados que realmente fueron útiles a la composición de la problemática pandemia en el territorio nacional. Esta ponderación es vital al momento del diseño de una seria y protagónica política exterior nacional.

EM – En este contexto de bipolaridad emergente entre Estados Unidos y China, ¿qué actitud debería tomar la diplomacia argentina frente a este aparente cambio en el Sistema Internacional?

JLV – Los cambios de finales del pasado siglo y este Siglo XXI nos obligan a la determinación y formulación de una nueva política exterior y en consecuencia de una nueva diplomacia adecuada a las circunstancia del orden mundial y las necesidades autonómicas y de intereses nacionales concretos.

El nuevo orden mundial no es absolutamente claro ni prístino. Es un orden en plena dinámica y conflicto con una tres problemáticas aún no resueltas. EE UU a pesar de sus crisis políticas y fiscales internas mantiene el 80 % del monopolio del poder militar y estratégico, sólo basta citar que su presupuesto público anual en defensa es de 650 mil millones de dólares (sin contabilizar gastos secretos) y en la China fortalecida no supera los 30 mil millones.

China detenta el 70 % del poder del intercambio comercial y capacidad de expansión , fuera y dentro de los parámetros de la OMC, siendo quien más invierte en todos los a continentes y sectores lo que aún genera enormes resistencias de EEUU y varios de sus socios. Y debiera generar preocupaciones a quienes hemos ingresado en esta nueva alianza con el pacífico. China no ha resuelto en el orden interno su institucionalidad democrática y adeuda al mundo largamente políticas de derechos humanos y civiles elementales. Lo que tarde o temprano genera otros problemas que el sistema internacional puede no aceptar en su desarrollo, hasta ahora, naturalizado.

Europa no es más el interlocutor estratégico ni comercial de Occidente ni de EEUU, quien en la administración republicana o demócrata no consigue recuperar posiciones que la coloquen en posición de un juego de equilibrio de poder a la altura de las otras dos potencias. 

Solo Gran Bretaña y el Brexit, seguramente en apoyo de su antiguo Commonwealth y acercando más aun posiciones a los EEUU, puede que obtenga beneficios de potencia próxima en la medida que se desligue y progrese en su ecuación autonómica. No se debe olvidar que el nacionalismo, la xenofobia y el separatismo acosan a Europa. La posición insular y separatista del Reino Unido puede convertirse en una fuerte ventaja inmediata futura.

La Argentina no necesita confrontaciones ideológicas o doctrinarias con los EEUU y nuestra diplomacia profesional y política, de manera unívoca no deben ingresar en batallas retóricas de independentismo que nada suman a una relación que bien llevada, sin necesidad de triunfos comerciales, tiene mucho para generar en diversos campos institucionales , de guerra antiterrorista y asuntos estratégicos. No olvidemos que aún hoy los EEUU son el inversor número uno 1 en servicios en la Argentina.

La Argentina no necesita confrontaciones ideológicas o doctrinarias con los EEUU y nuestra diplomacia profesional y política, de manera unívoca no deben ingresar en batallas retóricas de independentismo

Julio Lascano y Vedia

Con China no ha podido Argentina revertir la balanza comercial en los últimos 30 años, más allá de la fuerte presencia comercial de China que ahora negocia con Argentina por encima del mismo socio regional brasilero. Ello no frenará los negocios con China pero requiere de estudios de políticas puntuales y una apuesta de recursos más puntuales para ingresar en el mundo de negocios estratégicos con China, que son superiores a la mera venta de alimentos y provisión de productos sin manufactura. Una política comercial apropiada a la cuestión, que aún resta mucho para que se constituya.

El país puede de manera autónoma relativa mantener un perfecto equilibrio con ambas potencias de seguirse los lineamientos de sentido común planteados. 

EM – Y con respecto a los países de la región sudamericana, ¿qué evaluación se podría hacer de la relación entre Argentina y la región, y qué ejes prioritarios, a su criterio, debería sostener nuestro país con estos países?

JLV – La Argentina, por fortuna ha mantenido la presencia en el Mercosur, la subregión natural a su política exterior y economía, de manera estable. Más allá de las diferencias de estructuras económicas de sus miembros y las diferencias sobre los niveles y alcances de los aranceles. No cabe duda que son aranceles muy altos, casi el doble fdel promedio de otros sistemas de integración del mundo que utilizan aranceles comunes del 4 al 6 % como máximo. Nosotros el doble.

Esta estructura neoproteccionista permitió hacer crecer el comercio de la región en los años noventa y los dos mil, hasta hace pocos años nomás. Y el intercambio en la región, incluyendo a los observadores como Chile y Bolivia, permitió a los países garantizarse un comercio intrarregional del 33 % de beneficio para cada parte promedio.

Ello debe estudiarse velozmente para producir cambios que fortalezcan la alianza política institucional y comercial. Porque el mundo ha cambiado y la globalización comercial y financiera es demasiado atractiva para algunos miembros dinámicos del Mercosur como Brasil y Uruguay. Seguramente se pueden realizar nuevos acuerdos que contengan mayor fortaleza con ciertas licencias o libertades para un relacionamiento incipiente con la Unión Europea, los países del EFTA y otros nuevos socios estratégicos. Se necesita prudencia y alta capacidad profesional de negociación. Y expertos multilaterales.

Y se requiere de seriedad y no pensar en amiguismos ideológicos absolutamente inútiles para el planteo de política exterior práctica y de avanzada. 

Los ejes de la región deben luego acercarse a otros países que poseen sus propios desarrollos regionales y con los que Argentina no termina de penetrar comercialmente por falta de políticas promocionales y profundización de la diplomacia empresarial. Son el caso de Colombia y México para empezar, con quienes aún Argentina se relaciona a través de acuerdos de complementación económica de la aladi. Es el caso de la alianza del pacífico y países andinos, de vital importancia en la futura política internacional del Mercosur y de Argentina.

Con desarrollo regional puede volverse a estudiar temáticas profundas que navegaron al diluirse la Unasur, como las cuestiones de defensa y estrategia, los asuntos y planes  de infraestructura física y los temas de los foros y sociedad civil de los estados.

EM – Saliendo de los ejes tradicionales de Política Exterior Argentina (Brasil, EE.UU., China o la UE), ¿en qué otros espacios geográficos existen oportunidades para nuestro país?

JLV – La Argentina no necesita plantearse una inserción inteligente en el mundo que busque grandes socios que no serán jamás pares de negociaciones u oportunidades únicas de negocios puntuales que no son verdaderas inversiones de largo plazo.

La Argentina necesita inserción práctica en el mundo, a partir de círculos estratégicos. El primer círculo dijimos lo componen Mercosur y Brasil. El segundo lo encabeza la alianza con Estados Unidos y ciertas potencias europeas aliadas tradicionales (España Italia Alemania). El tercer círculo aparece con socios clásicos en el intercambio e inversiones como hay en Europa central y en Medio Oriente.

Los nuevos socios estratégicos son aquellos interesados en nuestras capacidades y recursos. Además de los agro-negocios , tenemos posibilidades claras de explotación y crecimiento de exportaciones e inversiones en tres sectores : Energético –petróleo y gas Vaca Muerta-, el triángulo del litio de Catamarca Jujuy y Salta que convive con Bolivia –a la cabeza- , y la explotación de nuestros mares, abandonada más allá de nuestra plataforma continental.

La diplomacia profesional continuamente (y en los casi 60 años de vida que se desarrolla con normalidad y profesionalismo) siempre advierte al Poder ejecutivo y los representantes federales del país la necesidad de expansión e inversión en los países con los que los negocios agropecuario.

Vietnam, Singapur y Corea en Asia, India e Indonesia, Turquía y África Subsahariana son ejemplos muy claros de los nuevos socios que deben buscarse, cultivarse, e invertir en una diplomacia aguda y práctica para beneficios mutuos concretos.

EM – Yendo al ámbito de la participación internacional en foros y organismos internacionales, ¿qué desafíos y oportunidades se pueden marcar del rol de la Argentina en estos espacios multilaterales?

JLV – En este tema existen tres agendas que deben incorporarse rápidamente en la política exterior y la nueva diplomacia.

Primero, la Argentina debe invertir en la formación de expertos en asuntos multilaterales que actúen y se destaquen en las naciones unidas y los organismos internacionales. Más allá de la OIEA (Director es profesional argentino)  y algún caso en la Corte de la Haya la Argentina no inició aún una estrategia inteligente para este importante elemento que es la exportación de cerebros profesionales en asuntos multilaterales. Específicamente en las Naciones unidas, el Consejo de seguridad, la Organización Mundial del Comercio OMC, la OMS, la OIEA, la FAO y el ACNUR. Todos foros favorables a nuestras políticas y formación profesional, donde las negociaciones en curso abarcan los temas de la agenda global actual.

la Argentina debe invertir en la formación de expertos en asuntos multilaterales que actúen y se destaquen en las naciones unidas y lor organismos internacionales

Julio Lascano y Vedia

En segundo lugar, Argentina tiene formación en ciencia política, análisis internacional y asuntos estratégicos en su cuerpo profesional y en varios organismos del estado que conforman políticas públicas de orden internacional.

Por ello deben apuntarse a la actuación presencial fuerte e intensa en las conferencias asambleas y organismos que tratan: seguridad y estrategia internacional, cambio climático y medioambiente, derechos humanos, derecho humanitario y cascos azules y soberanía alimentaria. Prioritarios de la agenda mundial y de nuestra propia agenda inmediata en Ginebra y Nueva York y demás sedes de tales organismos.

Por último nuestro país conforma el grupo united for consensus en los planes de reforma que se tratan desde finde del pasado siglo, y en los programas de la ONU para el desarrollo sustentable (ODS). En ambas cuestiones la diplomacia argentina encabeza grupos, lidera ideas y plantea reformas sustantivas. Así como busca la aplicación de los programas concretos de desarrollo. Es insoslayable la mayor participación de argentina en favor de unas naciones unidas más democrática y que se base en principios que buscan recuperar la cooperación y solidaridad internacional.

EM – Considerando que la academia es un asesor natural de la gestión, ¿qué propuestas se le podría hacer a la misma en el marco de continuar, modificar o agregar alguna medida con respecto a la Política Exterior del país?

JLV – Para Académicos: En este sentido señalaré lo propuesto desde mi posición de Director de la Escuela de Relaciones internacionales de la Universidad del Salvador y allí Profesor titular de Política internacional y Teoría y práctica diplomática, así como Profesor de Organismos internacionales en la Universidad de Belgrano. 

Proponemos de manera permanente y en libros y artículos publicados recientemente , la urgente conformación de un grupo think tank que permita una mayor participación conjunta de profesionales, académicos, políticos y jóvenes licenciados o de posgrado. Se debe conformar  ello a efectos de conformar un nuevo foro concentrado en estudios de orden internacional.

Hemos aprovechado de manera muy relativa las conferencias de 2018 y 2019 importantes conferencias mundiales de la OMC y el G 20 en nuestro país. En tales oportunidades funcionaron algunos grupos expertos en documentos, que luego no llegaron a destino y resolución. Pero fue loable y debe buscarse ese camino o alternativos a esa oportunidad académica y política ligada a lo internacional.

Porque la elaboración de la política exterior está en manos de estos grupos. Ellos debieran entregar la letra del diseño de política exterior al poder ejecutivo, quien luego lo traslada con sus improntas personales a la Cancillería y la diplomacia profesional, que la aplica en el exterior y en el mundo. 

No se puede seguir creyendo que los Cancilleres llegan al puesto capacitados para ello, y la historia nos ha mostrado claramente que esto no sucede ni tiene por qué suceder. Si podemos generar instituciones para profesionalizar una política exterior nacional.

Para gestión: Soy Embajador de carrera y ejercí la diplomacia durante 40 años, 30 años en el exterior en destinos fijos y con variadas misiones externas y puestos de conducción en el país. En paralelo realicé mi formación académica docente en el país y también en el exterior (Por ej. La UNAM México)

En lo que respecta al profesional de la diplomacia, considero humildemente que es el único que ha sabido en largos años absorber todos los desafíos de la política interna y los desafíos del comercio y la tecnología mundial. Un cuerpo diplomático que cuenta con 1.100 personas en total y solo 61 embajadores de carrera es insuficiente. A ello suma los embajadores del art 5 de la ley, embajadores políticos que deben o debieran capacitarse.

La política exterior y la diplomacia son un conjunto unívoco de aplicación de alineamientos. Afuera los diplomáticos, junto a agregados especiales en defensa, seguridad, asuntos de agronegocios y financieros y otros especializados, realizan ingentes esfuerzos por representar e insertar el país.

Todos afuera trabajan con equipos, que más allá de sus personalidades, deben afrontar una rápida integración, y la importantísima misión de generar inversiones y empleo para los argentinos. Existe esta conciencia.

La academia contribuye de manera muy relevante al perfeccionamiento y la formulación correcta de la política exterior y la nueva diplomacia nacional.

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Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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