Las Fuerzas Armadas de Canadá iniciaron un estudio preliminar para evaluar la posibilidad de establecer bases militares más permanentes en Letonia, en el marco del compromiso asumido con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Así lo confirmó el teniente general Steve Boivin, comandante del Comando de Operaciones Conjuntas de Canadá (CJOC), quien aclaró que el análisis se encuentra en una etapa inicial y que aún no se elevó recomendaciones al gobierno.

Foto: La Presse canadienne / Sean Kilpatrick
En este sentido, Canadá lidera actualmente la brigada multinacional de la OTAN en Letonia, uno de los países más expuestos del flanco oriental de la Alianza. Actualmente, el despliegue se sostiene mediante un sistema de rotación casi permanente de unos 2.200 soldados, que cumplen misiones de entre seis y nueve meses. Sin embargo, el modelo enfrenta crecientes tensiones debido a la escasez de personal y a las dificultades para reforzar rápidamente el contingente ante una emergencia.
“El análisis se realiza desde un punto de vista estrictamente militar: qué tiene sentido para cumplir el compromiso que hemos asumido”, explicó Boivin en una entrevista con CBC News. Entre los factores que impulsan la revisión, mencionó la presión sobre los recursos humanos del Ejército canadiense y la necesidad de garantizar la sostenibilidad operativa de la misión a largo plazo.
La discusión se produce tras el anuncio del primer ministro Mark Carney, quien en agosto pasado extendió la misión canadiense en Letonia hasta 2029, y en un contexto de creciente preocupación en Europa del Este por una eventual escalada rusa. Funcionarios de los países bálticos advirtieron que Moscú podría reforzar su presencia militar en la región en un plazo de “dos o tres años, o menos”, una vez consolidado el frente ucraniano.
Cambios en las estrategias de la OTAN y Canadá
Este debate sobre bases permanentes marca un posible cambio doctrinario dentro de la OTAN. Desde el fin de la Guerra Fría, la Alianza privilegió despliegues rotatorios para evitar provocar a Rusia y respetar el espíritu del Acta Fundacional OTAN-Rusia de 1997, que desalentaba la instalación de fuerzas permanentes en Europa del Este. No obstante, ese marco quedó severamente erosionado tras la anexión de Crimea en 2014 y la invasión a gran escala de Ucrania en 2022.
Expertos canadienses en defensa señalan además que un esquema más permanente podría resultar menos costoso y más eficiente que el actual sistema de rotación continua de tropas. Sin embargo, cualquier decisión en ese sentido requeriría el consentimiento de Letonia, una revisión de los acuerdos legales sobre el estatus de las fuerzas, la aprobación de la OTAN y un debate político interno en Canadá, que probablemente debería pasar por el Parlamento.
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