Las elecciones en Honduras dieron un giro dramático al ritmo de un lento escrutinio, que ahora con más del 77% de los votos escrutados revirtió la tendencia del candidato del Partido Nacional Tito Asfura en favor de Salvador Nasralla, personalidad de la televisión que se adelanta por menos de siete décimas a su contrincante. El viraje ha motivado una amenaza de Donald Trump, quien apoyó a Asfura, y prometió “consecuencias terribles” al gobierno de Honduras si los resultados se revierten en desmedro de su candidato.

La situación es especialmente sensible ya que la legislación electoral hondureña no contempla la figura de la segunda vuelta, por lo que el candidato que obtenga la mayor cantidad de votos será el próximo inquilino del Palacio José Cecilio del Valle en la capital Tegucigalpa. El Consejo Nacional Electoral ya habla de un “empate técnico”, que alimenta la expectativa en el país centroamericano y la ansiedad en Washington D.C.
“Ante este empate técnico, debemos guardar calma, tener paciencia y esperar que como CNE terminemos de contabilizar actas (…). Y que, posteriormente, se realice el proceso de escrutinio especial, para así finalizar el escrutinio general”, dijo en X la consejera presidenta del CNE, Ana Paola Hall. “Paciencia y prudencia, la paz con la cual se vivió el proceso debe mantenerse hasta que finalice, con la declaratoria de resultados”, agregó.
Esas cualidades no fueron exhibidas por Donald Trump, quien antes de las elecciones jugó fuerte con su respaldo a Tito Asfura y el perdón presidencial concedido al expresidente Juan Orlando Hernández, del mismo Partido Nacional que Asfura, y que se encontraba condenado a 45 años de prisión por vinculaciones con el narcotráfico y el tráfico de armas en Estados Unidos. “Parece que Honduras está intentando cambiar los resultados de su elección presidencial”, escribió en un post de su red social Truth, antes de amenazar con represalias en caso de una victoria inesperada de Nasralla: “¡Si lo hacen, habrá consecuencias terribles!”.
Quién es Salvador Nasralla, el candidato que ahora lidera las elecciones presidenciales en Honduras
La tercera sería la vencida en el caso de que Nasralla se imponga en las elecciones, ya que es su tercera campaña presidencial. Antes de emprender la carrera política, el dirigente de 72 años ya era una de las figuras mediáticas más reconocidas de Honduras, luego de cuatro décadas como presentador de programas deportivos que le valieron el apodo de “señor de la televisión”.
Aunque se exhibió como un candidato independiente, también fue el vicepresidente de la actual mandataria, Xiomara Castro, lo que motivó que el presidente Trump lo acusara de no ser “un amigo de la libertad” y en cambio tratarse de “un comunista fronterizo”, que “pretende ser anticomunista para dividir el voto a Asfura“.

El candidato renunció a su cargo a mediados del año pasado para unirse al Partido Liberal, cuya boleta encabezó en esta elección. Así justificó su decisión Nasralla ante el medio francés RFI: “Me di cuenta que el gobierno de Xiomara Castro tenía otras intenciones diferentes a las que se planteó durante la campaña, que era el combate a la corrupción, además de sacar al narcotraficante que estaba gobernando”.
El eje en la lucha contra la corrupción fue un pilar en la campaña de Nasralla, que prometió crear auditores ciudadanos en cada municipio, un portal nacional de datos abiertos y sanciones inmediatas a los funcionarios que no declaren bienes o que participen en adjudicaciones sospechosas. “En mi gobierno –porque estoy seguro que seré presidente– no habrá nepotismo. Ni Moncada, ni Castro, ni Zelaya”, prometió en la campaña.
Un punto en el que podrá coincidir con Trump en caso de imponerse en las elecciones es su mal concepto de Nicolás Maduro, el jefe de estado en Venezuela que Washington D.C. querría poder reemplazar con un mandatario aliado. “Mientras Venezuela no tenga un régimen que sea democrático, mientras esté Maduro, nosotros rompemos con Maduro“, sostuvo recientemente en declaraciones a la prensa internacional.
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