El 9 de Noviembre se celebró la IV Cumbre CELAC-UE 2025 en la ciudad colombiana de Santa Marta, bajo el peso de remarcables ausencias de líderes tanto americanos como europeos; y un clima de presiones geopolíticas a nivel global. Si bien el encuentro aspiró a consolidar una agenda de diversas temáticas y establecer puntos de partida para transformaciones en cada una de estas áreas, la relevancia política de la cita se vio limitada por la falta de asistencia de figuras de alto nivel de ambos bloques y la reticencia a una crítica abierta a los principales focos de tensión en ambos continentes.

Una cumbre de “sillas vacías”
La IV Cumbre CELAC-UE 2025 sufrió notablemente de la falta de importantes personalidades de los Estados latinoamericanos, caribeños y europeos. De los 60 países invitados, solo nueve estuvieron representados por sus jefes de Estado o de gobierno. Del lado europeo, apenas se pudo contar con la presencia de Pedro Sánchez, presidente de España; Luis Montenegro, primer ministro de Portugal; Dick Schoof, primer ministro de Países Bajos; o el presidente del Consejo Europeo, António Costa; mientras que una de las ausencias más sentidas fue la de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen.
Del lado latinoamericano, la situación no varió. Como informó CNN, los únicos presidentes latinoamericanos asistentes fueron dos: el presidente anfitrión colombiano Gustavo Petro; y Lula da Silva, presidente del Brasil. Otros Estados como Argentina, Paraguay, El Salvador o Perú enviaron representaciones diplomáticas de menor nivel; México, Chile y Uruguay enviaron a sus cancilleres; mientras que Ecuador se ausentó completamente.

La baja asistencia de líderes de ambos bloques es sintomática de una desidia por este tipo de encuentros de diálogo birregional. Varios países invitados cancelaron a última hora la asistencia de representantes de alto nivel, como en el caso uruguayo; y se redujo la duración de la cita de tres a un solo día. El presidente brasileño fue enfático en su crítica a esta situación: “Nos hemos convertido nuevamente en una región balcanizada y dividida, más centrada en el exterior que en el interior. […] Como resultado, vivimos de reunión en reunión, llenos de ideas e iniciativas que a menudo nunca se concretan. Nuestras cumbres se han convertido en un ritual vacío, con la ausencia de líderes regionales clave”, según informó El País.
Puntos principales de la Cumbre
Pese a que la agenda de la IV Cumbre CELAC-UE 2025 abordaba la cooperación interregional, se hicieron críticas veladas al comportamiento de Estados Unidos y otros focos de tensión regional, aunque se evitó referenciarlos explícitamente. Esto demuestra un esbozo de esfuerzos por ejercer un balanceo frente a la postura cada vez más asertiva de Estados Unidos, como a los principales desafíos geopolíticos de la región.
Defensa del libre comercio
En la Declaración Conjunta de la Cumbre CELAC-UE 2025, en adelante el Documento Final, se abordaron y criticaron diversos tópicos de interés para ambos bloques. Los Estados abogaron por una defensa del libre comercio y el multilateralismo, aunque sin mencionar a la política arancelaria de Washington.
Reiteramos nuestro compromiso con un sistema multilateral de comercio basado en normas, sustentado en el derecho internacional, que sea abierto, transparente, inclusivo, no discriminatorio y predecible, con la Organización Mundial del Comercio (OMC) en su núcleo. Nos comprometemos a trabajar conjuntamente en la reforma y modernización de la OMC, a fin de dotarla de las capacidades necesarias para responder a los desafíos del siglo XXI
Búsqueda de la paz
Asimismo, los países expresaron su preocupación por la situación de los conflictos en Ucrania y en Gaza. Se apeló a la búsqueda de la paz en ambos lugares.
Reiteramos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania, que continúa causando un inmenso sufrimiento humano.
Reiteramos nuestro firme compromiso con una paz amplia, justa y duradera, de conformidad con las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, basada en la solución de dos Estados. Reafirmamos asimismo nuestro compromiso con la reconstrucción y la recuperación de Gaza.
Venezuela retiró su firma del Documento Final a última hora debido a esta última referencia al enorme sufrimiento humano causado por la invasión rusa de Ucrania, como informó El País.
Lucha contra el narcotráfico
A esto se añade un apartado en el que se realiza una alusión notable a la lucha contra el crimen organizado de Estados Unidos en el Caribe, a modo de crítica, aunque sin explicitar dicha referencia.
Reiteramos nuestra oposición a la amenaza o al uso de la fuerza y a cualquier acción que no sea conforme con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas
Coincidimos en la relevancia de la cooperación internacional, el respeto mutuo y el pleno cumplimiento del derecho internacional, incluso en la lucha contra el crimen organizado transnacional y el tráfico ilícito de drogas. Varios Estados miembros de la CELAC destacaron sus posiciones nacionales respecto de la situación en el Caribe y el Pacífico
Llamado a la democracia
Otro punto relevante en el que reparó la Declaración Final fue la de hacer una llamada de atención velada a países de la región considerados conflictivos, como Venezuela o Nicaragua.
Reiteramos nuestro compromiso inquebrantable con la democracia, incluidas elecciones libres, inclusivas, transparentes y creíbles
De hecho, Nicaragua fue, junto a Venezuela, el otro Estado que en última instancia se negó a firmar la Declaración Final de la Cumbre CELAC-UE.
Esta falta de mención a países con nombre propio responde a un cálculo práctico. En palabras de Kaja Kallas, Alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, la Declaración de Santa Marta necesitaba no hacer alusiones directas; puesto que, de lo contrario, menos países la hubieran firmado. Así lo informó la funcionaria en una entrevista para El País.
Perspectivas de futuro
En suma, la Cumbre quedó lejos del alcanzar el impacto potencial que pudo haber tenido. Las figuras ausentes, las críticas tímidas y las tensiones mermaron su impacto. Esto siembra dudas naturales sobre el futuro de estos espacios.
Figuras como Pedro Sánchez o Lula sostienen que la alianza bilateral de ambos bloques es importante en el contexto actual. La política revisionista de Trump vuelve necesario un estrechamiento de lazos entre la CELAC y la UE. Asimismo, las múltiples crisis en el orden internacional no podrán navegarse de espaldas al multilateralismo.

Sin embargo, existen voces más optimistas, como las del presidente del Consejo Europeo, Costa. Destacó que, pese a las diversas posturas ideológicas de varias partes, se lograsen posiciones conjuntas sobre cuestiones críticas. Con todo, el Documento Final superó las expectativas pesimistas iniciales y se erigió como un mensaje político.
Asimismo, voces como la del presidente español no dejan de enfatizar lo fundamental de estos encuentros. “Hoy la cumbre UE-CELAC es un imperativo geoestratégico”, dijo el mandatario, como informó el País. Sin embargo, esto no deja de significar que la apuesta por el multilateralismo es todavía desafiante.
De cara al futuro, el canciller de Uruguay, próxima presidente de la CELAC, auguró que se trabajarían estos compromisos. Se comprometió a elaborar una hoja de ruta para lograr avances concretos. De esta manera, no se dejarán estos acuerdos en meras declaraciones.
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