Rusia lanzó un nuevo bombardeo sobre Kiev, la capital de Ucrania, y el país invadido respondió atacando un puerto ruso clave para sus exportaciones de petróleo.

El ataque sobre Kiev fue realizado a gran escala con drones y misiles. Se contabilizaron cinco personas muertas hasta el momento, entre las que hubo dos niños de 7 y 10 años, como informó el sitio local de noticias Ukrinform. El número de heridos, entre los que se reportó una mujer embarazada, asciende a 34.
El ataque también comenzó incendios, esparció escombros y dejó agujeros en las fachadas de edificios en nueve distritos a lo largo de la ciudad. Según confirmó el alcalde de Kiev, Vitaliy Klichkó, los sitios dañados por los drones y misiles incluyeron edificios residenciales y centros médicos. Cuatro de las víctimas se encontraron en un edificio del distrito de Desnyansky, donde los rescatistas continúan extinguiendo el incendio y retirando los escombros de un edificio. Como reporta Ukrinform, se desplegaron puntos de ayuda para las víctimas en los distritos de Desnyansky, Dniprovsky, Obolonsky, Podilsky y Svyatoshynsky.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, sostuvo que Rusia utilizó al menos 430 drones y 18 misiles, la mayoría de ellos balísticos. De esta manera, el ataque se configura como uno de los más grandes desde el comienzo del conflicto iniciado en febrero de 2022. Mientras se acerca un invierno que los meteorólogos señalan como particularmente crudo, Rusia continúa su estrategia de desgaste sobre las ciudades ucranianas, y la capital no es la excepción. Como retaliación, las fuerzas ucranianas inutilizaron un puerto ruso por el que pasa buena parte de su operación petrolera.

Ucrania inutiliza un puerto ruso clave para las exportaciones de petróleo
El puerto ruso de Novorossiysk, en el Mar Negro, suspendió sus embarques de petróleo este viernes luego que las autoridades confirmaran un importante ataque con drones sobre las instalaciones.
El ataque es uno de los más grandes en una serie de bombardeos ucranianos sobre infraestructura petrolera en el país euroasiático, que busca afectar una de las principales fuentes de ingreso que tiene Rusia para financiar su esfuerzo bélico. La compañía estatal rusa de oleoductos Transneft se vio obligada a suspender su provisión a Novorossiysk, confirmaron fuentes a la agencia Reuters.

El presidente Zelenski sostuvo este viernes que Ucrania también había lanzado misiles de crucero de largo alcance “Long Neptune”, añadiendo que este tipo de ataques se estaban volviendo más exitosos, aunque no nombró los objetivos específicos que habrían sido alcanzados con este armamento.
Hay que recordar que a principios de octubre la administración de Donald Trump aprobó que las agencias de inteligencia y el Pentágono compartan con Kiev datos de targeting para ataques con misiles de largo alcance contra refinerías, oleoductos, centrales eléctricas y otros nodos energéticos dentro del territorio ruso.
El paquete en evaluación incluyó, además, autorizar a aliados de la OTAN a brindar apoyos similares y estudiar el envío de armas de mayor alcance —entre ellas Tomahawk— que ampliarían el menú de blancos más allá de la frontera, aunque aún no hay decisión final. En paralelo, EE.UU. aprobó la venta de municiones de ataque de alcance extendido (ERAM) para lanzamientos desde el aire.
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