Un reciente informe en redes sociales publicado por el analista británico Sir Humphrey (@pinstripedline) reavivó las especulaciones sobre los planes de guerra confidenciales que el Reino Unido habría evaluado el 29 de abril de 1982, en plena Guerra de Malvinas. Según el autor, ese día los jefes del Estado Mayor británico discutieron 14 posibles opciones militares “en orden ascendente de severidad” para recuperar las islas. De ellas, tres permanecen clasificadas y no podrán ser reveladas hasta el año 2057, bajo la cláusula de “daño a las relaciones internacionales” del Ministerio de Defensa británico (MOD).

El hilo sugiere que los planes habrían sido elaborados tiempo después de haber iniciado el conflicto, como parte de un documento integral que analizaba ventajas y riesgos de cada maniobra posible. Entre las alternativas discutidas se encontrarían una guerra naval sin restricciones contra la Armada Argentina, un bloqueo total de la costa atlántica argentina mediante minas y submarinos, y una invasión anfibia para forzar una negociación o la rendición total de las fuerzas argentinas.
Una de las propuestas más intrigantes —posiblemente eliminada o censurada de la lista final— habría contemplado ataques de comandos y bombardeos con aviones Vulcan sobre el territorio continental argentino, una medida considerada extremadamente riesgosa por el alto mando británico. El analista plantea que las tres opciones clasificadas podrían haber incluido “acciones de escalada sobre el territorio continental, operaciones de inteligencia encubiertas o medidas de guerra ampliada contra la Argentina”. Sin embargo, no existe confirmación oficial de esos escenarios, y los documentos originales permanecerán cerrados al público por más de tres décadas.
Antecedentes: los documentos sobre el plan nuclear británico
En septiembre de 2025, Escenario Mundial reveló que documentos desclasificados del Ministerio de Defensa británico mostraban que Londres había considerado el eventual uso de armas nucleares tácticas en el Atlántico Sur, “por motivos de completitud” en sus estudios estratégicos de 1982. El informe —desclasificado bajo el Freedom of Information Act— confirmaba que el Reino Unido llegó a desplegar cabezas nucleares a bordo de buques rumbo al Atlántico Sur, aunque oficialmente nunca se contempló su utilización en combate.
Estos hallazgos demostraban que la posibilidad de una escalada nuclear, aunque remota, fue efectivamente discutida durante la planificación de la guerra. En ese contexto, el nuevo material revelado por Sir Humphrey parecería reforzar la hipótesis de que los planificadores británicos mantuvieron sobre la mesa escenarios de extrema severidad, incluso más allá del teatro de operaciones en las islas.
Cooperación secreta y la sombra de Chile
El hilo también alude a otros aspectos del expediente: la colaboración británica con la inteligencia chilena, que habría sido determinante para el éxito de la operación militar británica. De hecho, parte de los archivos vinculados a esas comunicaciones y a la participación de aviones Canberra PR9 desplegados en Chile continúan clasificados, según el propio Ministerio de Defensa.

La persistencia de estos sellos de confidencialidad sugiere que las acciones conjuntas y la asistencia regional a Londres siguen siendo un tema diplomáticamente sensible, más de cuarenta años después del conflicto.
Silencio hasta 2057
El hecho de que los tres planes más severos sigan protegidos bajo la cláusula que resguarda “la integridad de las relaciones internacionales” podría indicar que el Reino Unido teme reabrir tensiones diplomáticas, especialmente con países sudamericanos que colaboraron indirectamente en la guerra. De acuerdo con Sir Humphrey, las actas de la reunión del 29 de abril y parte del documento original fueron clasificadas de forma conjunta, lo que sugiere que durante ese encuentro se habrían tomado decisiones estratégicas o políticas aún consideradas “demasiado delicadas” para hacerse públicas.

En el marco del 43º aniversario de la guerra, estas revelaciones aportan una nueva capa de complejidad al conflicto: no solo lo que ocurrió en el Atlántico Sur, sino también lo que podría haberse planeado y que, hasta hoy, sigue bajo estricto secreto de Estado.
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A la inescrupulosa “Sra. T” cuyo gobierno en ese momento se hundía al igual que la dictadura militar en nuestro país, no le importaban los medios sino el fin. Pero eso ya pertenece al pasado, hoy la situación es mas difícil para nuestro país la posible recuperación de nuestras islas por la poderosa base de la OTAN que asentaron en las mismas y sobre todo por la presencia china en la patagonia.
la corona inglesa teme que se descubra que hubieron mas paises sudamericanos que ayudaron a reino unido en la guerra de malvinas, no tan solo fue chile, hubieron otros que aportaron para que fuera mas facil sostenes una fuerza de tarea, EEUU rompio la firma del TIAR, y se posiciono con la OTAN, sin mencionar que en aquella epoca paises sudamericanos temian que Argentina al ganarle a Reino Unido, aumentara su ideologia de expasionismo y eso tambien a EEUU no le convenia, tener una potencia mundial a lo que ellos llaman su patio trasero. hoy sacando el contexto malvinas, Venezuela y Brasil son tomados como posibles amenazas geopoliticas para el Tio Sam y la Corona Britanica.-