Corea del Norte volvió a dejar un mensaje inequívoco a Occidente. En un acto cargado de simbolismo, el líder Kim Jong Un aseguró que la “hermandad militar con Rusia avanzará sin pausa”, durante la ceremonia de inauguración del Museo Conmemorativo de las Operaciones Militares en el Extranjero, en Pyongyang.
El evento conmemoró el primer aniversario del despliegue de tropas norcoreanas en Rusia, enviadas para apoyar al Kremlin en su ofensiva en la región de Kursk.

“Los años de fraternidad militante, sellados con sangre preciosa, garantizan el desarrollo a largo plazo de la amistad bilateral y seguirán avanzando sin detenerse”, declaró Kim, en un mensaje transmitido por la agencia KCNA.
La señal militar detrás del viraje económico
La exhibición de fuerza de Pyongyang ocurre en paralelo con un reposicionamiento económico estratégico. En las últimas semanas, el régimen ha impulsado su llamado “plan B de pagos” —un sistema alternativo de comercio basado en rublos, yuanes y trueque— para profundizar la integración económica con Moscú y reducir su dependencia de China.
En ese marco, la retórica militar cumple un rol político esencial: blindar el acercamiento comercial y presentar la alianza con Rusia no solo como una cooperación táctica, sino como una convergencia ideológica y de supervivencia mutua frente al bloque occidental.
El discurso de Kim buscó consolidar esa narrativa. La construcción del nuevo museo —que incluirá un monumento y un cementerio para los soldados norcoreanos caídos en combate— apunta a institucionalizar el sacrificio militar como fundamento de la nueva alianza euroasiática.
El pacto que cimenta la alianza
El Tratado de Asociación Estratégica Integral firmado por Kim y Vladimir Putin en 2024 estableció que ambos países se brindarán “asistencia militar inmediata y por todos los medios necesarios” en caso de agresión. Desde entonces, Corea del Norte ha enviado a Rusia tropas, artillería y misiles, mientras recibe tecnología militar, alimentos y petróleo.

Fuentes de inteligencia surcoreanas estiman que más de 10.000 soldados norcoreanos fueron desplegados en territorio ruso, y que unos 2.000 habrían muerto en combate. Kyiv y Seúl sostienen además qué unidades norcoreanas participan en operaciones de reconocimiento con drones desde suelo ruso.
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