Las autoridades británicas detuvieron este jueves a tres hombres sospechados de realizar actividades de espionaje para Rusia, en un nuevo episodio que refleja la creciente preocupación en Europa por las operaciones híbridas del Kremlin.
Según informó la Policía Metropolitana de Londres, los sospechosos —de 44, 45 y 48 años— fueron arrestados en distintos domicilios del centro y oeste de la capital británica, donde continúan los allanamientos. La investigación está a cargo del área de Policía Antiterrorista y Contrainteligencia, que trabaja bajo la supervisión directa del MI5, el servicio de seguridad interior del Reino Unido.

“Estamos viendo un aumento del número de individuos que podríamos describir como proxies, reclutados por servicios de inteligencia extranjeros”, explicó Dominic Murphy, jefe de la división de Antiterrorismo de la Policía Metropolitana. “Estas detenciones están directamente relacionadas con nuestros esfuerzos por interrumpir este tipo de actividad”, añadió.
Las autoridades británicas no revelaron las identidades de los detenidos, aunque confirmaron que las detenciones están vinculadas a una operación más amplia de vigilancia sobre redes de espionaje rusas en Europa occidental.
Una ofensiva silenciosa del Kremlin en territorio europeo
El caso se produce en un contexto de creciente alarma por el aumento de la actividad encubierta rusa en países miembros de la OTAN, que va desde espionaje clásico hasta ciberataques, sabotajes e incendios provocados en infraestructura crítica y empresas vinculadas con Ucrania.
Solo en septiembre, la policía británica detuvo a una mujer de 35 años y dos hombres de 41 y 46 también acusados de trabajar para Moscú. Y a comienzos de este año, varios sospechosos fueron condenados por un ataque incendiario contra negocios asociados a la comunidad ucraniana en Londres, una operación que las autoridades atribuyeron al grupo Wagner, vinculado al Ministerio de Defensa ruso.
Fuentes de inteligencia europeas sostienen que el Reino Unido se ha convertido en uno de los principales objetivos del espionaje ruso, especialmente desde la invasión a gran escala de Ucrania en 2022.
El país alberga una amplia comunidad ucraniana, oficinas de defensa y energía sensibles, y es un punto neurálgico para la cooperación transatlántica de inteligencia dentro del marco de la alianza Five Eyes (EE.UU., Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda).

Londres refuerza su postura frente a Moscú
El Gobierno británico viene impulsando una respuesta coordinada con socios de la OTAN y la Unión Europea para frenar las operaciones híbridas rusas.
En los últimos meses, el MI5 y el Centro Nacional de Ciberseguridad (NCSC) intensificaron las acciones para detectar agentes encubiertos, desmantelar redes de financiamiento ilícito y bloquear intentos de ciberintrusión dirigidos a instituciones estatales y empresas estratégicas.
Además, el Parlamento británico está debatiendo una nueva legislación de seguridad nacional que endurece las penas por espionaje y amplía las facultades de vigilancia sobre individuos o entidades vinculadas a potencias hostiles.
El secretario del Interior, James Cleverly, sostuvo recientemente que “la amenaza del espionaje ruso no ha desaparecido; se ha transformado. Moscú ahora utiliza métodos más difusos, con actores interpuestos y campañas de desinformación que buscan fracturar la cohesión interna de las democracias europeas.”
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