Una nueva encuesta de YouGov refleja que el miedo a Rusia se intensifica cuanto más cerca están los países europeos de su frontera, pero también evidencia una falta de consenso dentro de la UE sobre cómo responder. Mientras en el este crece el respaldo a la OTAN y la defensa colectiva, en el oeste persisten reservas ante un papel militar centralizado de Bruselas. En paralelo, el Ministerio de Defensa británico advierte que Moscú ha lanzado más de 5.500 drones contra Ucrania solo en septiembre, apuntando a infraestructuras críticas de energía antes del invierno.
El miedo a Rusia y la división sobre la defensa europea
El estudio de YouGov, realizado en siete países europeos, muestra una clara relación entre proximidad geográfica y percepción de amenaza. En Polonia (51%), Lituania (57%) y Dinamarca (62%), la agresión rusa se considera el principal peligro para Europa. En cambio, solo el 36% en Alemania, 31% en Francia, 22% en España y 20% en Italia lo ven así, priorizando temas como la inmigración o los conflictos internos. Aunque los países del este y nórdicos muestran fuerte confianza en la OTAN (más del 80%), las grandes potencias del oeste se mantienen reticentes a ceder poder militar a Bruselas, con apenas un 29% de franceses considerando esencial su membresía en la alianza

La encuesta revela una fractura cultural y estratégica dentro de la UE. Mientras España (57%) respalda que el bloque tome decisiones de defensa comunes, países como Alemania (34%) e Italia (31%) prefieren mantener el control nacional. La desconfianza hacia una política de defensa comunitaria refleja tensiones históricas: los países más expuestos al Este reclaman coordinación y disuasión, mientras el sur y el oeste priorizan autonomía y diplomacia. Esta divergencia complica la implementación del plan europeo de acción en seguridad (SAFE) y su propuesta de €150.000 millones en préstamos para defensa conjunta.
Drones y misiles marcan la nueva fase de la guerra
El Ministerio de Defensa británico informó que en septiembre Rusia lanzó más de 5.500 drones kamikaze contra Ucrania, un aumento del 34% respecto a agosto. Solo en octubre ya se registran más de 3.000 nuevos ataques, reflejando un intento del Kremlin de mantener un ritmo alto de bombardeos mientras aparenta voluntad de negociar. Además, Moscú ha realizado cuatro operaciones masivas con su aviación estratégica, incluyendo un ataque el 7 de septiembre con más de 800 municiones, en su mayoría drones, y más de 70 misiles de crucero AS-23a Kodiak.

El informe señala que las infraestructuras críticas de energía se han convertido en el principal objetivo ruso de cara al invierno, repitiendo la táctica de 2022: debilitar la red eléctrica ucraniana y desgastar la moral civil. Cuatro ataques a gran escala en octubre han afectado directamente a la red energética nacional. Para los aliados europeos, esto refuerza el argumento de los países más cercanos al conflicto: el miedo a Rusia no es una percepción, sino una realidad tangible de seguridad. En contraste, la lentitud de la UE para coordinar su defensa común evidencia la brecha entre el temor público y la acción política efectiva.
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