El FBI investiga una posible amenaza contra el avión presidencial, Air Force One vinculada a Donald Trump en Palm Beach, tras el hallazgo de una plataforma elevada con línea de visión al área de aterrizaje y desembarque del avión presidencial. El Servicio Secreto localizó la estructura durante un barrido de seguridad previo al arribo del mandatario, y la investigación federal, que incluye peritajes en sitio y análisis de dispositivos móviles, se activó sin detenidos ni afectación de movimientos oficiales.
Capas de seguridad y riesgos residuales en Palm Beach
La estructura, descrita como un puesto de caza elevado con línea directa de visión al punto habitual de desembarque, fue detectada durante las tareas de preparación que el Servicio Secreto ejecuta antes de cada movimiento presidencial en el área de West Palm Beach. De acuerdo con reportes coincidentes, no había personas en la escena ni indicios inmediatos de explosivos o munición, y los desplazamientos oficiales no se alteraron. La Casa Blanca y autoridades de seguridad recalcaron que las medidas “en capas” funcionaron según protocolo, reduciendo la exposición operacional.

Con el FBI al frente, la investigación se centra en recolectar evidencia física y digital, incluido el análisis de señales de celulares en la zona, para precisar autoría, motivación y temporalidad de la instalación. El contexto de seguridad reciente aumenta la sensibilidad: semanas atrás, un jurado declaró culpable a Ryan Routh por intentar asesinar a Trump en 2024 mediante un “nido de francotirador” cerca de su campo de golf en Florida, un antecedente que refuerza la hipótesis de amenazas evolutivas contra el presidente.
Air Force One, símbolo, misión y capacidades reales
Técnicamente, Air Force One es la denominación que usa cualquier avión de la Fuerza Aérea cuando transporta al presidente de EE.UU. En la práctica, el público asocia el término a los dos Boeing 747-200B (VC-25A). Estas aeronaves están configuradas como un puesto de mando volador: cuentan con comunicaciones seguras y funcionales (incluido enlace satelital y cifrado), capacidad de reabastecimiento en vuelo para extender su autonomía, y endurecimiento frente a amenazas como pulsos electromagnéticos.

A bordo hay áreas de trabajo para el presidente y su equipo, sala de conferencias, despachos, zona médica con equipamiento para emergencias, cocina capaz de atender a decenas de personas y una cabina de prensa en la parte trasera. Muchas especificaciones permanecen clasificadas por razones de seguridad. Operativamente, el Air Force One se integra a un dispositivo de seguridad multicapa: adelantamiento del Servicio Secreto, control del espacio aéreo, aeronaves de apoyo y protocolos de itinerario flexible. Por su combinación de resiliencia, comando y proyección simbólica, el Air Force One es una herramienta estratégica tanto en crisis como en diplomacia y campaña, diseñada para que la presidencia siga operando aun en escenarios de alta amenaza.
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