El Reino Unido dio inicio formal a su campaña antártica 2025/26 con el despliegue del buque polar RRS Sir David Attenborough, que zarpó desde Plymouth rumbo a las bases británicas en el continente blanco. La operación, liderada por el British Antarctic Survey (BAS), se extenderá hasta abril de 2026 y movilizará a más de 60 proyectos científicos y logísticos que refuerzan la presencia británica en la región.

Este movimiento se inscribe en un contexto de creciente competencia geopolítica en la Antártida, donde potencias como China, Rusia, Estados Unidos y Reino Unido disputan influencia científica, proyección logística y acceso a potenciales recursos estratégicos bajo el paraguas jurídico del Tratado Antártico.
Despliegue logístico y continuidad estratégica
El buque insignia del Reino Unido realizará un trayecto de 6.000 millas náuticas hasta Montevideo y luego continuará hacia la Antártida, transportando personal, equipos, combustible y suministros críticos para las bases Rothera, Halley VI, King Edward Point, Signy y Bird Island.
Uno de los hitos más importantes de esta campaña será la entrada en funcionamiento de la nueva Discovery Building en la base Rothera, una infraestructura científica estratégica diseñada para operar todo el año y proyectar la presencia británica a largo plazo en el Atlántico Sur.

Entre los proyectos destacados de esta nueva temporada se incluyen:
- Perforación de hielo en Thwaites Glacier (clave para el análisis del aumento del nivel del mar y la dinámica del clima global).
- Estudios de krill en el Atlántico Sur, insumo estratégico para la pesca internacional.
- Monitoreo autónomo en Halley VI sobre estabilidad glaciaria y meteorología solar.
- Despliegue de drones autónomos para vigilancia ambiental en Signy.
- Campañas oceanográficas sobre corrientes y calor oceánico que influyen en el clima del Atlántico Sur y, por extensión, en Sudamérica.
Implicancias para América del Sur y la Cuestión Malvinas
El fortalecimiento logístico de Reino Unido en la Antártida consolida el corredor estratégico Malvinas–Georgia del Sur–Antártida, clave para el control marítimo del Atlántico Sur. La base Rothera opera bajo soporte logístico del puerto de Stanley (Islas Malvinas), reforzando el sistema de proyección británico en la región.

Este despliegue ocurre en simultáneo con:
- Avances de China en nuevas estaciones antárticas.
- Creciente interés de Estados Unidos en instalaciones logísticas en el Atlántico Sur.
- La intención argentina de relanzar programas antárticos como Polo Logístico en Ushuaia y el desarrollo naval en Tierra del Fuego.
Para analistas de defensa, la campaña del BAS también envía un mensaje político: Reino Unido mantiene plena operatividad y capacidad de proyección en el Atlántico Sur, un área donde las tensiones diplomáticas con Argentina por las Malvinas continúan vigentes.
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