Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Baréin advirtieron que el plan promovido por Donald Trump para Gaza podría fracasar si Hamás no abandona su posición de fuerza y los mediadores no ejercen presión decisiva. Según fuentes diplomáticas árabes y estadounidenses citadas por el medio Israel Hayom, los estados del Golfo habrían trasladado mensajes a Washington y a los enviados del presidente, Steve Witkoff y Jared Kushner.

En este sentido, las críticas de los países del Golfo se centran en el comportamiento de Hamás tras el alto el fuego: homicidios de rivales locales, exhibiciones armadas en las calles, extorsiones a comerciantes y declaraciones de líderes que reiteran su rechazo al desarme. En su comunicado, Arabia Saudita advirtió que si EE. UU. no responde con firmeza y los mediadores —Egipto, Catar, Turquía— no imponen sus condiciones a Hamás, no continuarán respaldando activamente el plan. “Mientras no se tomen medidas serias para eliminar la influencia y el control de Hamás sobre Gaza, no hay posibilidad de rehabilitación ni reconstrucción”, afirma la fuente diplomática saudí.

Por su parte, los emiratíes adoptaron una postura condicionada que apunta a que seguirán participando en la reconstrucción en las zonas bajo el control israelí en el sur de Gaza, pero se negarán a intervenir en otras regiones a menos que se consolide un marco de desarme de Hamás y que fuerzas civiles o internacionales asuman el control de seguridad en toda la Franja. Esa condición refleja la creciente reticencia a legitimar acciones de Hamás en el proceso de reconstrucción.
Una solución para Gaza implica más presión a Hamás por parte de EE.UU. y sus aliados
La ausencia destacada de los jefes de Estado saudí y emiratí en la cumbre de Sharm el-Sheikh —Mohammed bin Salman y Mohammed bin Zayed— fue interpretada como una señal política. Trump mismo la mencionó durante su discurso. Según fuentes citadas por medios internacionales, ambos líderes prefirieron evitar un evento que otorgara protagonismo a Qatar, aliado de Hamás y rehén de disputas regionales. Los saudíes advirtieron que un mayor rol de Qatar también podría comprometer el plan de reconstrucción.

En el terreno diplomático, analistas señalan que sin un respaldo estadounidense rotundo a la fase militar del plan, Trump corre el riesgo de que su propuesta se reduzca a un mero pacto de rehenes. De acuerdo a los especialistas, Hamás no se desarmará de forma voluntaria y solo una combinación de fuerza militar, presión política y respaldo externo podrían imponer una desmilitarización efectiva. De no mediar una supervisión rigurosa, los críticos advierten que la Franja podría volver al modelo de desgaste gradual con violencia intermitente.
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