La Casa Blanca anunció que Estados Unidos, bajo la segunda administración de Donald Trump, adquirirá rompehielos finlandeses y construirá más unidades para proyectar presencia en el Ártico y fortalecer su seguridad. El paquete, valuado en miles de millones, busca cerrar brechas de capacidad frente al avance de otros actores polares y expandir rápidamente la flota de la Guardia Costera con entregas escalonadas.
Qué implica el acuerdo de compra
El presidente Trump y el mandatario finlandés Alexander Stubb anunciaron en la Casa Blanca un acuerdo por 6,1 mil millones de dólares. Este último establece que Finlandia venderá cuatro rompehielos finlandeses y colaborará para construir siete más en astilleros de Estados Unidos. El primer buque llegaría en 2028. Cuatro unidades se fabricarán en Finlandia y otras cuatro se montarán junto a Bollinger Shipyards en Houma (Luisiana); las tres restantes se construirán en Davie (Galveston, Texas). La operación expandirá una flota hoy limitada a tres rompehielos y, según el gobierno, creará miles de empleos e incrementará la seguridad nacional.

El Congreso estadounidense ya había asignado 8,4 mil millones para renovar y ampliar la flota, mientras China y Rusia intensifican su actividad en el Ártico. Trump plantea un objetivo ambicioso (hasta 40 rompehielos modernos) y menciona la protección de Groenlandia frente a terceros. En agosto, la Guardia Costera incorporó su primer polar en 25 años (CGC Storis, convertido desde uso comercial), acelerando una curva de capacidades que el nuevo paquete busca consolidar con producción local y transferencia tecnológica.
La estrategia ártica de EE.UU.
El Ártico pasó de la cooperación pos-Guerra Fría a una competencia creciente por rutas (NSR y NWP), recursos y control marítimo. Documentos de 2009 y 2013 abrieron la agenda; la Estrategia Nacional para el Ártico 2022 la actualizó con cuatro pilares (seguridad, clima, desarrollo sostenible y gobernanza); y la Estrategia del Departamento estadounidense de defensa de 2024 ordenó mejorar capacidades en frío extremo, conciencia del dominio, ISR y entrenamiento conjunto con aliados.

El deshielo alarga temporadas de navegación y reconfigura la economía global: desvíos por el mar Rojo y restricciones en Panamá ya empujan a buscar alternativas. Para Washington, invertir en rompehielos finlandeses y construcción doméstica no es solo logística. Es señal estratégica coherente con 2022–2024, que integra defensa, resiliencia climática y coordinación con la OTAN. El reto es sostener mensajes claros y previsibles para evitar escaladas con Moscú, mientras se compite con China en infraestructura y comercio.
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