El líder norcoreano Kim Jong Un se prepara para encabezar un imponente desfile militar en Pyongyang, con motivo del 80.º aniversario del Partido de los Trabajadores de Corea, en una nueva muestra de poder nuclear y alineamiento político frente a Occidente.
El evento, previsto para este viernes, contará con la presencia de altos funcionarios de Rusia, China y Vietnam, y se espera que incluya la presentación de nuevos misiles intercontinentales, entre ellos el Hwasong-20, un proyectil de combustible sólido con capacidad para alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.

Una demostración de poder y alianzas
El desfile reunirá a decenas de miles de soldados, tanques, drones y misiles en la plaza Kim Il Sung de Pyongyang. Entre los invitados de honor figuran el premier chino Li Qiang, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso Dmitri Medvédev y el líder vietnamita To Lam, en una señal de cooperación estratégica entre regímenes autoritarios.
Según analistas, la presencia simultánea de delegaciones chinas y rusas refleja un mensaje coordinado de desafío al orden internacional occidental. “Kim busca mostrarse como parte central de una red de líderes que trabajan juntos para cuestionar el liderazgo global de Occidente”, explicó Jenny Town, investigadora del Stimson Center de Washington.

El desfile llega apenas un mes después de que Kim asistiera al acto militar de Xi Jinping en Beijing, donde compartió tribuna con el presidente ruso Vladimir Putin, consolidando un eje que algunos analistas describen como una “alianza antioccidental de facto”.
Reforzamiento del eje Moscú-Pyongyang
La visita de la delegación rusa servirá además para ratificar la cooperación militar y económica entre ambos países. Desde el inicio de la guerra en Ucrania, Corea del Norte ha suministrado a Rusia municiones, misiles y proyectiles de artillería, a cambio de tecnología avanzada y apoyo diplomático.
En Pyongyang, Medvédev encabezará una ceremonia simbólica junto a Alexander Khinshtein, gobernador interino de Kursk, región donde combatieron miles de soldados norcoreanos enviados a reforzar el frente ruso.

La agenda bilateral también incluye intercambios culturales y la actuación del cantante patriótico ruso Shaman, una figura cercana al Kremlin que ya se presentó en Corea del Norte en agosto.
Kim desafía a Washington y Seúl
El desfile se produce en un contexto de renovada tensión con Estados Unidos, tras el regreso de Donald Trump a la presidencia y las maniobras conjuntas de Washington y Seúl en la península. Pyongyang considera esos ejercicios como ensayos de invasión, y ha respondido con el lanzamiento de nuevos misiles y la expansión de su programa nuclear.
Kim aprovechará el acto para reforzar su narrativa interna: demostrar que Corea del Norte no solo puede resistir un ataque, sino también responder con fuerza nuclear disuasiva. Además, el líder busca mostrar resultados concretos antes de anunciar su nuevo plan económico-militar quinquenal, en el cierre del actual ciclo de desarrollo.

Una exhibición de poder tecnológico
Durante una exposición de defensa celebrada esta semana, el régimen presentó varios sistemas que podrían desfilar:
- El Hwasong-11ma, misil balístico de corto alcance con planeador hipersónico, derivado del ruso Iskander.
- Los Hwasong-18 y Hwasong-19, misiles intercontinentales de largo alcance.
- Nuevos drones y misiles antisubmarinos.
- Sistemas integrados con tecnología de inteligencia artificial, según medios estatales.
Con este despliegue, Corea del Norte busca reafirmar su condición de potencia nuclear consolidada y enviar una advertencia al bloque occidental: su alianza con Rusia y China ya tiene una dimensión militar visible.
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