El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, afirmó que la posible entrega de misiles de crucero Tomahawk por parte de Estados Unidos podría “obligar a Rusia a ver la realidad y sentarse a negociar”. Las declaraciones se produjeron el 8 de octubre durante un encuentro con periodistas en Kiev, donde el mandatario destacó que la decisión final depende del presidente estadounidense Donald Trump.
“Trump puede darle a Ucrania herramientas de largo alcance que cambien nuestra posición en cualquier futura negociación”, señaló Zelenski. “El mensaje es claro: Ucrania será fortalecida por todos los medios posibles, y los Tomahawk son uno de ellos”.

El líder ucraniano recordó que ya había planteado la solicitud a Trump en septiembre de 2024, cuando el entonces candidato republicano lo recibió en la Torre Trump de Nueva York. En su reciente reunión durante la Asamblea General de la ONU, el mandatario estadounidense no descartó el suministro y prometió “trabajar en el plano técnico para evaluar la posibilidad”.
Los Tomahawk son misiles de crucero subsónicos de largo alcance —entre 1.600 y 2.500 kilómetros— capaces de atacar objetivos estratégicos con precisión, lo que ampliaría significativamente el alcance de las fuerzas ucranianas. Actualmente, Kiev depende principalmente de drones de fabricación nacional, con una capacidad de carga explosiva mucho menor.
El Kremlin advirtió que la entrega de Tomahawks representaría una “nueva etapa de escalada” y podría implicar la participación directa de personal estadounidense. El vicecanciller ruso Serguéi Riabkov calificó la iniciativa como “un cambio cualitativo en la situación”.
La discusión se produce mientras la administración Trump comienza a canalizar armamento hacia Ucrania bajo un marco de cooperación con la OTAN, tras aprobar el primer paquete de ayuda militar el 16 de septiembre, que incluye sistemas Patriot y HIMARS.
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