El viceprimer ministro de Pakistán, Ishaq Dar, afirmó este 3 de octubre que varios países han manifestado interés en sumarse al acuerdo de defensa mutua recientemente firmado entre Islamabad y Riad, lo que podría transformar la iniciativa en una alianza militar islámica con características similares a la OTAN.

El anuncio fue realizado en el Parlamento, en el marco del debate sobre el más reciente plan de paz para Gaza impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump. Dar destacó que la firma del “Acuerdo Estratégico de Defensa Mutua” con Arabia Saudita, rubricado el 18 de septiembre, abre la puerta a que otros Estados árabes y no árabes se sumen a una estructura de seguridad colectiva.
¿Hacia una “nueva OTAN” islámica?
Según el viceprimer ministro, “muchos países se acercaron a Pakistán durante la Asamblea General de la ONU, y otros ya expresaron su voluntad de firmar un pacto de defensa”. Dar subrayó que, en caso de ampliarse, la iniciativa podría convertirse en una “nueva OTAN” o incluso en una “OTAN del Este”, con capacidad de proyectar fuerza en Medio Oriente y el mundo islámico.

El funcionario también sostuvo que Pakistán, potencia nuclear y misilística, debe consolidar ahora su liderazgo económico. “Con la voluntad de Dios, Pakistán liderará a 57 naciones islámicas”, aseguró, planteando la ambición de Islamabad de convertirse en referente estratégico de la región.
Detalles del acuerdo con Arabia Saudita
Aunque aún no se conocen en detalle las cláusulas del acuerdo, el comunicado conjunto de la firma estableció que “cualquier agresión contra uno de los dos países será considerada una agresión contra ambos”. Esta disposición refuerza la noción de defensa mutua y eleva el pacto al nivel de compromiso estratégico mayor.
Dar recordó que, de haber estado vigente durante el conflicto de cuatro días con India en mayo, un ataque contra Pakistán se habría interpretado automáticamente como una agresión contra Arabia Saudita. El anuncio se produce además pocos días después del ataque israelí a líderes de Hamas en Doha, que generó alarma en los países árabes por la posibilidad de nuevas ofensivas regionales.
Contexto regional y ambiciones geopolíticas
La alianza surge en un escenario de creciente inestabilidad en Medio Oriente. La guerra en Gaza, los ataques cruzados entre Israel e Irán, y la reciente ofensiva israelí en Qatar han alimentado los temores de los países del Golfo, que buscan reforzar su seguridad colectiva. Arabia Saudita, que mantiene una estrecha relación histórica con Pakistán, emerge como socio central en este proyecto de seguridad islámico.

Para Islamabad, el pacto refuerza su rol como actor estratégico en el equilibrio de poder del mundo musulmán. El desafío, según analistas, será convencer a otros Estados de sumarse a un bloque que podría redefinir la arquitectura de seguridad en Medio Oriente, pero que también plantea dudas sobre su viabilidad frente a alianzas ya consolidadas como la OTAN o la Organización de Cooperación Islámica.
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