El Secretario de Guerra Pete Hegseth anunció en un mensaje en redes que, por orden del presidente Donald Trump, se llevó a cabo un ataque cinético y letal contra un buque vinculado a “organizaciones terroristas designadas” en el área de responsabilidad del USSOUTHCOM, en aguas internacionales cerca de la costa de Venezuela. Según el comunicado, cuatro hombres a bordo fueron abatidos y no hubo bajas entre las fuerzas estadounidenses; la embarcación transportaba “cantidades sustanciales de estupefacientes” con destino a Estados Unidos.
La declaración subraya la vinculación que hace la Casa Blanca entre narcotráfico y terrorismo y presenta el episodio como parte de una campaña continuada para “terminar con los ataques contra el pueblo americano”. El uso explícito de la fórmula “por orden del presidente” y la difusión pública del resultado buscan proyectar disuasión regional y domesticamente justificar una política de acción directa en rutas marítimas de tránsito ilícito.
Operación, ámbito jurídico y justificación política
Desde lo operacional, Hegseth indicó que la acción se realizó en aguas internacionales y que la inteligencia estadounidense había concluido que el buque operaba en “rutas conocidas” de narcotráfico. En términos jurídicos esto plantea preguntas inmediatas: ¿qué base de derecho invocó Washington para una acción letal extraterritorial —autodefensa, consentimiento, autoridad contra el narcotráfico— y cómo se documentó la presunta vinculación con “organizaciones terroristas”? La transparencia sobre la cadena de custodia de la inteligencia será clave para sostener la legitimidad del acto.

Tácticamente, la acción proyecta el mensaje de que la Administración está dispuesta a emplear fuerza letal en el mar para frenar flujos ilícitos. Estratégicamente, sin embargo, el episodio eleva el riesgo de escalada regional: Caracas —que suele denunciar intervenciones y violaciones a su soberanía— podría reaccionar con protestas formales, pedidos de explicaciones ante foros multilaterales o medidas de presión contra intereses estadounidenses en la región.
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