El jefe del UK Space Command, mayor general Paul Tedman, reveló en una entrevista con la BBC que Rusia está intentando interferir y espiar satélites militares británicos de manera regular, en un patrón cada vez más agresivo desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania.
Tedman aseguró que la actividad rusa en órbita se ha vuelto “persistente, deliberada y peligrosa”, con equipos capaces de aproximarse a los satélites británicos e intentar recolectar información sensible. “Estamos viendo que nuestros satélites son objeto de interferencias de los rusos de forma bastante persistente. ¿Con qué frecuencia? Semanalmente”, declaró.
Un frente de guerra en el espacio
El comandante británico detalló que Moscú utiliza sistemas terrestres para generar jamming (interferencia electrónica), mientras que los satélites británicos cuentan con contramedidas específicas para mitigar este tipo de ataques. El Reino Unido opera actualmente alrededor de media docena de satélites militares, un número muy inferior al de Estados Unidos, China o Rusia, que poseen flotas de más de un centenar.

Las advertencias de Londres se suman a los recientes señalamientos de Alemania, cuyo ministro de Defensa, Boris Pistorius, denunció maniobras similares contra satélites alemanes. “Están interesados en lo que hacemos y vuelan relativamente cerca de nuestros sistemas”, advirtió Tedman, subrayando que el espacio se ha convertido en un dominio cada vez más congestionado y disputado.
La carrera antisatélite
El Reino Unido, al igual que sus aliados de la OTAN, sigue con atención los desarrollos tecnológicos rusos y chinos en materia de armas espaciales. Moscú ya ha probado sistemas antisatélites y dispositivos láser diseñados para deslumbrar o inutilizar plataformas orbitales, mientras que Washington alertó que Rusia trabaja en la posibilidad de desplegar armas nucleares en el espacio.
Si bien el Pentágono considera a China como la principal amenaza estratégica de largo plazo por su nivel de sofisticación tecnológica, Tedman advirtió que Rusia representa un riesgo inmediato: “Los chinos tienen una capacidad mucho más avanzada, pero los rusos muestran mayor voluntad de emplear sus sistemas de contramedidas espaciales”.
Una amenaza que trasciende ucrania
El anuncio llega tras la decisión de Moscú de declarar a los satélites europeos que brindan apoyo militar a Kiev como “objetivos legítimos”. El señalamiento, combinado con las interferencias semanales reportadas por el Reino Unido, refuerza la percepción de que el espacio se ha consolidado como un nuevo teatro de confrontación estratégica entre Rusia y Occidente.
La base de RAF Fylingdales, en North Yorkshire, donde Tedman brindó sus declaraciones, es además un nodo clave del sistema anglo-estadounidense de alerta temprana de misiles balísticos, lo que refuerza el carácter crítico del dominio espacial en la seguridad euroatlántica.
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