Una investigación llevada adelante en Polonia sobre un supuesto espía de Rusia podría indicar que Moscú buscó preparar sabotajes y atentados en ese país, pero también Alemania y Lituania.
El trabajo conjunto de la Agencia de Seguridad Interna y la Oficina Nacional de la Procuración polaca surgieron a partir de la detención de un individuo, identificado como Władysław G, a quien se señala como un agente de Rusia. Según trascendidos de las pesquisas, el plan consistiría en utilizar drones y latas con explosivos para generar atentados en Lituania, Polonia y Alemania.

El reporte publicado por el medio polaco Gazeta Wyborcza señala que Władysław G habría operado como un “courier” en estas operaciones. Su último rol había sido cavar ciertos objetos en un cementerio local de Polonia y dejarlos en una ubicación designada cerca de Łódź, la cuarta ciudad más poblada de Polonia. Los ítems serían latas etiquetadas como maíz, pero que contendrían explosivos. Este tipo de objetos también habrían sido desenterrados en un camposanto de Lituania, lo que marcaría la conexión con el supuesto agente detenido.
Se sospecha que Władysław G también podría haber transportado piezas de drones y tarjetas SIM entre Polonia, Alemania y Lituania. Una versión vincula todos estos elementos al señalar que era parte de un plan de la inteligencia militar rusa (GRE) para preparar actos de terrorismo utilizando drones y latas con explosivos.

Todo es parte de una investigación que se desarrolla en Polonia, y que las autoridades esperan cerrar antes de fin de año. En caso de ser hallado culpable, Władysław G enfrenta una pena de prisión perpetua. Mientras tanto, en Europa occidental quedan más preguntas que respuestas sobre la participación de Rusia en estas operaciones.
Europa paralizada por las amenazas y “ataques híbridos” de Rusia
Una serie de amenazas y “ataques híbridos” de Rusia paralizan a Europa, que no sabe cómo responder a las amenazas no convencionales que Moscú despliega con libertad sobre el continente.
El pasado 9 de septiembre, más de una decena de drones rusos se desviaron de un ataque en Ucrania para penetrar en Polonia, y diez días después, Estonia denunció la entrada de tres cazas supersónicos rusos a su territorio.

Pero además, se sospecha de la injerencia rusa detrás de los avistamientos de drones que paralizaron aeropuertos de Dinamarca una semana antes de albergar la cumbre de líderes europeos que hoy lleva su segundo día en Copenhagen. Este miércoles 1° de octubre, la Marina francesa interceptó en aguas del Atlántico al petrolero Boracay, identificado como parte de la “flota sombra” rusa, y lo desvió al puerto de Saint-Nazaire para investigar si fue la plataforma de lanzamiento de los disruptivos aparatos.
De hecho, Rusia figura nombrada literalmente como la mayor amenaza a tratar en el programa de la cumbre que hoy se lleva adelante en Dinamarca: “Los líderes de la UE van a discutir cómo fortalecer la defensa europea, a la luz de las recientes violaciones rusas del espacio aéreo en numerosos estados miembros”. “Estas provocaciones han demostrado aún más la necesidad de la UE de acelerar e intensificar esfuerzos para construir una Europa capaz de responder efectivamente, de manera autónoma y conjunta a distintas amenazas”.













