Documentos filtrados y obtenidos por el diario The Washington Post han revelado que Rusia está utilizando su experiencia en el campo de batalla contra Ucrania para entrenar y transmitir conocimiento técnico especializado a las unidades aerotransportadas de China, lo que podría ser utilizado en un escenario de invasión a Taiwán. El acuerdo entre ambos países muestra la creciente cooperación militar, ya que permite a Pekín acceder a formación y tecnología muy particular, que hasta hoy en día las capacidades rusas superan a las de su ejército: las tropas aerotransportadas.

Los documentos poseen detalles cruciales, que han sido verificados de forma independiente por el Royal United Services Institute, un think tank británico, los cuales demuestran la profundización de la alianza entre Moscú y Pekín. Este “intrincado” nivel de cooperación entre ambos países también explica lo simbólico de sus ejercicios militares conjuntos y las declaraciones públicas de desarrollar sistemas interoperativos bilateralmente.
Equipamiento, formación y interoperabilidad: el acuerdo militar que refuerza el eje Moscú–Pekín
El documento de 800 páginas fue obtenido por el grupo activista Black Moon, pero también revisado por The Washington Post. En el mismo se observa que Rusia acordó vender 37 vehículos anfibios ligeros BMD-4M, 11 cañones antitanque autopropulsados Sprut-SDM1 y 11 vehículos blindados aerotransportados de transporte de tropas BTR-MDM a la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación en octubre de 2024
En este contrato principal de suministro de equipos, de un valor provisional de 584 millones de dólares antes de su formalización, incluía también la transferencia de varios vehículos de mando y observación y sistemas de paracaídas especiales diseñados para lanzar cargas pesadas desde grandes alturas. Documentos aparte del mencionado aportan mayor claridad sobre tales operaciones, mostrando varias rondas de negociaciones, incluida una reunión en Pekín en abril de 2024 en la que la parte china solicitó a Moscú que acelerara el plazo de entrega de determinados vehículos, incluyera la documentación técnica completa y adaptara el armamento para hacerlo compatible con el software, la electrónica, la radio y los sistemas de navegación chinos.

En paralelo, pudo obtenerse información sobre los programas de formación para paracaidistas chinos en el uso en combate del armamento a cargo de especialistas rusos. Esta capacitación incluía el uso de avanzados sistemas de mando y control utilizados para dirigir las operaciones. A grandes rasgos, este informe muestra un nivel de formación y transferencia de capacidades militares muy específico, que le brindarían a la Fuerza Aérea de China la “capacidad de maniobra aérea ampliada” que posee Rusia, ofreciendo “opciones ofensivas contra Taiwán, Filipinas y otros estados insulares en las regiones”, según expertos.
Una alianza que evoluciona
Para los expertos militares, este acuerdo es un claro ejemplo de cómo los dos ejércitos refuerzan constantemente su relación. Principalmente, porque le permite a Rusia compartir experiencia de combate en áreas que China considera críticas para ganar una batalla sobre Taiwán.
Además, Moscú depende cada vez más de Pekín para obtener tecnología dual para su industria militar, ampliamente castigada por las sanciones internacionales, así como también mantener su guerra en Ucrania. De esta manera, Pekín aprovecha al mismo tiempo la experiencia de su socio en el campo de batalla para impulsar el impulso del líder chino Xi Jinping de construir un ejército moderno, con capacidades que igualen o superen las de Estados Unidos.

Y si bien China se ha negado hasta ahora a proporcionar material militar a gran escala para Rusia, los dos países continúan celebrando una estrecha asociación en materia de Defensa que ambos consideran importante para contrarrestar a Estados Unidos y sus aliados. A lo largo de este año, Xi Jinping y Vladimir Putin han asistido a los desfiles militares del otro, además de que sus dos ejércitos celebraron 14 maniobras conjuntas en 2024, casi el doble que una década antes.
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