Las tensiones entre Moscú y Occidente dieron un nuevo giro tras las declaraciones del embajador ruso en Francia, Alexey Meshkov, quien advirtió que un eventual derribo de un avión militar ruso por parte de la OTAN sería interpretado como un acto de guerra.
“Si la OTAN derriba un avión ruso bajo el pretexto de una supuesta violación de su espacio aéreo, esto será la guerra”, sostuvo Meshkov en declaraciones a la emisora francesa RTL. Según el diplomático, los cazas de la Alianza Atlántica “con frecuencia violan el espacio aéreo ruso”, aunque Moscú no ha respondido de manera directa a esas incursiones.

La amenaza se produce en un contexto de creciente frecuencia de encuentros aéreos en Europa, en medio de la guerra en Ucrania y el aumento de operaciones militares rusas cerca de fronteras aliadas.
Divisiones en la OTAN
Las palabras de Meshkov llegan luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, manifestara que los países de la OTAN “deberían derribar aviones rusos si invaden el espacio aéreo de la Alianza”. La posición de Washington refleja la creciente frustración por las maniobras de Moscú, que incluyen vuelos sin transpondedor y simulacros de ataques sobre Estados miembros.

Sin embargo, no todos comparten esa visión. El presidente francés, Emmanuel Macron, remarcó que la OTAN “no debería derribar aviones rusos” en tales circunstancias, advirtiendo sobre el riesgo de una escalada incontrolable. Estas diferencias internas dejan en evidencia la dificultad de establecer una estrategia común frente a las provocaciones rusas.
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La guerra ya se desató y lo hizo Rusia, simplemente se desentienden de su responsabilidad.