Estudio alerta sobre la creciente proyección naval de China más allá de la Primera Cadena de Islas, luego del despliegue simultáneo de los portaaviones Liaoning y Shandong. Este movimiento pone de relieve una mayor habilidad operativa para coordinar operaciones complejas, mostrando que el gigante asiático está dispuesto a desafiar los límites en el Indo-Pacífico.

Según reportes del Ministerio de Defensa de Japón y observadores del área, el Liaoning fue detectado operando al menos una vez más allá de la Segunda Cadena de Islas, cerca de las islas remotas del Pacífico – como Iwo Jima – mientras que ambos portaaviones realizaron maniobras conjuntas en aguas del Pacífico Occidental y otras zonas estratégicas. Estas maniobras incluyen ejercicios de alerta temprana, defensa aérea, contraataque, operaciones nocturnas y combinadas con buques de escolta.
En este sentido, estas operaciones refuerzan la doctrina A2/AD (Anti-Access/Area Denial) china en espacios marítimos cada vez más distantes de su costa. Asimismo, evidencian mejoras en logística naval, capaces de mantener fuerzas de portaaviones fuera de las zonas de confort próximas. Y por último, la combinación de los dos portaaviones caracteriza un desafío creciente al tradicional dominio naval de Estados Unidos en la región, obligando a aliados como Japón, Taiwán y Filpinas a replantear sus estrategias de defensa marítima y colaboración con Washington.
Límites a la proyección china en el Indo-Pacífico
No obstante, hay límites y elementos que relativizan el alcance total de esta nueva proyección. Por ejemplo, aunque el Liaoning y el Shandong operan de manera más ambiciosa, ambos utilizan sistemas de lanzamiento más antiguos (salto de esquí) frente a las catapultas electromagnéticas, lo que limita la eficiencia de los despegues y el tipo de aeronaves que pueden operar con plena capacidad.

Además, la dependencia de escoltas, buques de reabastecimiento, apoyo logístico, y las rutas de aprovisionamiento muestran que las operaciones lejos de la costa aún implican vulnerabilidades, especialmente ante contramedidas de patrullaje, vigilancia aérea, interdicción y alianzas militares en la región. La necesidad de coordinación interservicio (marina, aviación, submarinos, mando naval conjunto) todavía aparece como un aspecto en formación, no plenamente desarrollado.
Japón y Taiwán denuncian las maniobras de China
Desde la perspectiva regional, Japón denunció que uno de los portaaviones —el Liaoning— ingresó al EEZ japonés cerca de Minamitorishima, al mismo tiempo que se reportaron maniobras aéreas cercanas a Iwo Jima. Taiwán lo calificó como una señal clara de las intenciones expansionistas, aunque Pekín insiste en que las maniobras son rutinarias y legales, orientadas a ejercitar capacidades de defensa marítima en alta mar y proyección a distancia.
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