Por un Indo-Pacífico libre y abierto a través del Mar de China Meridional, la Armada de Estados Unidos y la Armada Real de Australia llevaron a cabo un ejercicio militar bilateral entre el 15 y el 16 de septiembre. Los buques participantes incluyeron al destructor USS Dewey de la clase Arleigh Burke y la fragata australiana HMAS Ballarat (clase Anzac).

Durante estos dos días, las unidades realizaron formación en navegación coordinada, simulacros de fuego, entrenamiento en comunicaciones marítimas y un tránsito combinado por el Mar de China Meridional. Estas maniobras apuntan a mejorar la interoperabilidad táctico-operacional entre los aliados en un escenario donde la proyección naval es cada vez más determinante.
En este sentido, el Capitán David Huljack, comandante del Destroyer Squadron 15 de la Armada de EE.UU., afirmó: “Fue una oportunidad fantástica trabajar junto con Ballarat y nuestros aliados australianos. Profundizar nuestra interoperabilidad con nuestros aliados y socios aquí en el Indo-pacífico es clave para mejorar nuestra disuasión colectiva contra cualquier adversario que amenace la paz y la estabilidad en la región”.
Por su parte, el Comandante Dean Uren subrayó que la participación de Ballarat forma parte de una rutina de despliegue planificado y demuestra la determinación australiana de respaldar un entorno marítimo libre, estable y próspero. “Esta actividad fue un componente de un despliegue rutinario planificado para Ballarat en la región. Esta actividad es una importante demostración de la determinación de Australia de apoyar un Indo-pacífico abierto, estable y próspero, donde se respete el derecho internacional”.
Crece la tensión entre Estados Unidos y China por el Indo-Pacífico
Esta maniobra se da en un contexto de creciente tensión territorial con China, que reclama la mayor parte del Mar de China Meridional. Es por ello que, en reiteradas ocasiones, el gigante asiático criticó los ejercicios como provocaciones. Las autoridades chinas advierten que maniobras militares en áreas disputadas ponen en riesgo la estabilidad regional y podrían desencadenar escaladas diplomáticas o militares.
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