La tensión en el flanco oriental de Europa se intensifica tras el despliegue de cazas de Rumanía el sábado, luego de la violación de su espacio aéreo por parte de un dron durante un ataque ruso contra infraestructuras ucranianas. El incidente, que duró cerca de 50 minutos según fuentes ucranianas, ha encendido las alarmas en la OTAN y reavivado el debate sobre la defensa colectiva en tiempos de guerra híbrida.

En consecuencia, la cartera de Defensa emitió un comunicado en el que advirtió a los ciudadanos de Tulcea, en el sureste del país cerca del Danubio y de la frontera ucraniana, de que se resguardaran. Posteriormente, Rumanía desplegó dos cazas F-16 y más tarde dos Eurofighters, parte de las misiones de policía aérea alemana en el país..
Según informó el ministro de Defensa, Ionut Mosteanu, los pilotos de los F-16 estuvieron a punto de derribar el dron cuando volaba muy bajo antes de abandonar el espacio aéreo nacional en dirección a Ucrania. Similar situación ocurrió en Polonia, que desplegó aviones y cerró un aeropuerto en la ciudad oriental de Lublin el sábado, tres días después de derribar drones rusos en su espacio aéreo con el apoyo de aviones de sus aliados de la OTAN.
Cazas en el aire y ciudadanos bajo alerta
Rumanía comparte una frontera de 650 km con Ucrania, lo que la ha llevado a sufrir en repetidas ocasiones la caída de fragmentos de drones rusos en su territorio desde que Rusia comenzó la guerra contra Ucrania. Pero este año, el país aprobó una ley que permite derribar drones en tiempos de paz, aunque aún no cuenta con todas las normativas de aplicación.

Mosteanu declaró que los aviones detectaron un dron en el espacio aéreo nacional, al que siguieron hasta que desapareció del radar a 20 km al suroeste de la localidad de Chilia Veche. También destacó que helicópteros fueron enviados para inspeccionar la zona en busca de restos, aunque las autoridades creen que el aparato abandonó el espacio aéreo rumano sin dejar fragmentos.
La OTAN refuerza su flanco oriental ante la expansión del conflicto
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, denunció lo ocurrido en redes sociales, declarando que los datos mostraban que el dron se adentró unos 10 kilómetros en territorio rumano y operó en el espacio aéreo de la OTAN durante unos 50 minutos. “Es una evidente expansión de la guerra por parte de Rusia, y así es exactamente como actúan. Se necesitan sanciones contra Rusia. Se necesitan aranceles contra el comercio ruso. Se necesita defensa colectiva”, afirmó.

La OTAN, por su parte, anunció planes para reforzar la defensa de Europa oriental, luego de que Polonia derribara drones rusos en su espacio aéreo días antes. Y es que la incursión del dron en territorio de la OTAN no solo representa una amenaza directa, sino también un desafío estratégico para la alianza, considerando que fue el primer caso conocido de disparos efectuados por un miembro de la alianza durante la guerra en Ucrania.
La ministra sueca de Asuntos Exteriores, Maria Malmer Stenergard, calificó el incidente como “otra violación inaceptable del espacio aéreo de la OTAN” y reafirmó el compromiso de Suecia con la defensa colectiva. En un contexto donde las fronteras aéreas se vuelven cada vez más vulnerables, la respuesta de la OTAN será clave para contener la expansión del conflicto y garantizar la seguridad regional.
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