Esta mañana, el secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Dan Caine, arribaron a Puerto Rico en medio de las crecientes tensiones entre Washington y Venezuela. La llegada de los funcionarios fue confirmada por Jenniffer González, gobernadora de Puerto Rico, quien no sólo se declaró “honrada” por la visita, sino que también agradeció al presidente, Donald Trump, y a su administración “por reconocer la importancia estratégica de Puerto Rico para la seguridad nacional de Estados Unidos y por su lucha contra los carteles de la droga y el narcodictador de Nicolás Maduro”.
Y si bien el Pentágono ya había confirmado en su agenda diaria el viaje tanto de Hegseth como de Caine, no brindó mayores detalles de la visita. Por lo pronto, se había confirmado anteriormente que 10 cazas F-35 estaban siendo desplegados en Puerto Rico para reforzar las operaciones militares de Estados Unidos contra los cárteles de droga en el Caribe, tras el ataque militar contra un presunto barco de drogas vinculado a Venezuela.
En paralelo, un comunicado de prensa oficial declaró también que militares estadounidenses, incluyendo la 22ª Unidad Expedicionaria de Marines y otros activos de la Marina estadounidense, llevaron a cabo entrenamientos durante el fin de semana en Puerto Rico.
Tensiones al rojo vivo entre Venezuela y Estados Unidos
Ya la semana pasada, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una advertencia a su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, tras la destrucción de un barco en el sur del Caribe, en un operativo contra el narcotráfico que dejó once muertos. El propio presidente aseguró que quienes intenten ingresar drogas a Estados Unidos “correrán la misma suerte” que los fallecidos en la embarcación, presuntamente vinculada a la banda venezolana Tren de Aragua.
“Venezuela ha sido un muy mal actor”, declaró en su momento Trump desde la Oficina Oval, justificando la acción como parte de una escalada en la lucha contra las drogas y de la confrontación política con el mandatario venezolano. Según explicó el líder de la Casa Blanca, la decisión se basó en “grabaciones” que demostrarían la participación directa de la organización criminal en el tráfico de estupefacientes hacia territorio estadounidense.

Posteriormente, Maduro respondió a Trump por el despliegue de ocho buques de guerra estadounidenses: declaró un estado de máxima preparación y movilizó a sus fuerzas armadas, incluyendo unidades en la frontera con Colombia. Maduro acusó a Washington de encubrir con la lucha antidrogas un intento de desestabilización, siendo ésta la “mayor amenaza que ha visto el continente en 100 años”. En paralelo, llamó a la población a enlistarse en las milicias civiles.
Trump en alerta
Este mismo lunes, Trump advirtió que las fuerzas estadounidenses derribarán aviones militares de Venezuela en caso de que representen un riesgo para sus unidades. Los comentarios surgen luego de que uno de los buques estadounidenses estacionados en el Caribe sur, con el argumento de combatir el narcotráfico, fuera sobrevolado por dos cazas F-16 de Venezuela.

Según los tripulantes del destructor de la Armada de EE.UU., se vivieron momentos de incertidumbre cuando dos F-16 de la Aviación Militar Bolivariana sobrevolaron los cielos. Según confirmó Zona Militar, las aeronaves protagonistas del hecho son, paradójicamente, de origen estadounidense y adquiridos por Venezuela décadas atrás.
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