Rumores sobre la salud de Donald Trump se han viralizado en redes sociales, desatando una ola de desinformación que incluye imágenes manipuladas, fotos fuera de contexto y afirmaciones falsas sobre su presunta muerte. A pesar de que el presidente estadounidense desmintió públicamente estos rumores en una conferencia de prensa, el hashtag “Trump dead” acumuló más de 104.000 menciones y 35,3 millones de visualizaciones en X. La situación evidencia cómo la desinformación digital, impulsada por el uso de inteligencia artificial y cuentas polarizadas, sigue moldeando la narrativa política y alimentando la desconfianza hacia las instituciones y los medios tradicionales.
La estrategia detrás de la desinformación viral
En los últimos días, múltiples publicaciones en redes sociales difundieron información falsa sobre la salud de Donald Trump, incluyendo imágenes manipuladas y teorías sin sustento. Entre los ejemplos más virales se encuentran una foto de una ambulancia frente a la Casa Blanca y otra del Pabellón Walter Reed. Ambas fueron usadas como supuesta evidencia de que el mandatario estaba internado. Sin embargo, verificaciones de NewsGuard confirmaron que las imágenes eran antiguas y sacadas de contexto, correspondientes incluso a períodos en que Joe Biden aún estaba en funciones.

La narrativa se amplificó con contenido generado por IA, incluyendo una imagen que mostraba un supuesto surco profundo sobre el ojo de Trump, interpretado como señal de un posible derrame cerebral. El análisis reveló que la foto original estaba fuera de foco y que los detalles médicos fueron digitalmente añadidos. A pesar de los desmentidos oficiales, la ola de rumores creció exponencialmente. De esta manera, se convirtió en un ejemplo de cómo la desinformación viral puede distorsionar la percepción pública en cuestión de horas.
La Casa Blanca intenta contener los rumores
Tras varios días sin apariciones públicas, el presidente Donald Trump reapareció en un evento en la Casa Blanca para abordar los rumores sobre su estado de salud. La ausencia del mandatario durante casi una semana, sumada a fotos fuera de contexto y teorías difundidas en redes, alimentó las narrativas sobre su presunta muerte. En un intercambio con la prensa, Trump desestimó las versiones. En la misma línea, calificó la ola de especulaciones como noticias falsas, asegurando que estuvo muy activo durante el fin de semana.

La Casa Blanca atribuyó los hematomas visibles en su mano derecha y la inflamación en los tobillos a causas médicas conocidas. Según la secretaria de prensa Karoline Leavitt, los moretones se deben a “estrechar manos con frecuencia”. También señaló el uso regular de aspirinas para prevenir accidentes cardiovasculares, mientras que la hinchazón está relacionada con una insuficiencia venosa crónica. Esta última se trata de una condición común en adultos mayores. Aun así, el historial de opacidad en torno a la salud de Trump, que ya generó controversias durante su hospitalización por COVID-19 en 2020, ha contribuido a mantener viva la especulación.
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