El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro británico, Keir Starmer, firmaron en Londres un acuerdo político bilateral que pone fin a la histórica disputa por Gibraltar y refuerza la cooperación en áreas clave como defensa, energía, comercio e inversiones. La cumbre en Downing Street marcó un hito en las relaciones entre España y Reino Unido, incorporando compromisos estratégicos en transición energética, igualdad de género, seguridad europea y colaboración judicial, además de abrir nuevas oportunidades para empresas de ambos países.
Un marco estratégico para una nueva era en las relaciones España-Reino Unido
Durante su reunión en Downing Street, Sánchez y Starmer anunciaron la firma de un marco estratégico bilateral que busca fortalecer las relaciones políticas, económicas y sociales entre España y el Reino Unido. El acuerdo establece la creación de un diálogo anual para coordinar políticas comunes y potenciar la cooperación internacional, incluyendo áreas como desarrollo sostenible, transición energética, igualdad de género y seguridad europea. Además, ambas partes reafirmaron su alineamiento respecto a los conflictos internacionales, con especial atención a la guerra en Ucrania y la crisis humanitaria en Gaza.

El texto firmado dedica un capítulo especial a la lucha contra las amenazas híbridas y la desestabilización en Europa, comprometiendo a ambos países a reforzar su resiliencia ante ciberataques, sabotajes, espionaje y desinformación. Asimismo, contempla medidas concretas para favorecer el flujo de inversiones y facilitar el comercio bilateral, con un impulso significativo a la presencia de empresas españolas en el Reino Unido y británicas en España. Grandes compañías como Iberdrola, Indra, Telefónica y Santander confirmaron nuevas inversiones, mientras que el gobierno británico celebró el acuerdo como un paso clave para recuperar la integración económica tras el Brexit.
Gibraltar, escenario de tensiones pese al acuerdo
El ambiente de cooperación logrado en Londres contrasta con las tensiones recientes en Gibraltar. Apenas 24 horas antes de la cumbre, un incidente naval protagonizado por el buque de la Armada española Centinela (P-72) y la patrullera Dagger de la Royal Navy elevó la tensión en el Estrecho. Según las autoridades gibraltareñas, el navío español habría ingresado en lo que consideran aguas territoriales británicas, mientras que fuentes españolas sostienen que el Centinela operaba dentro de aguas bajo soberanía española. Durante aproximadamente 30 minutos, la patrullera británica siguió de cerca al buque español, generando un intercambio de maniobras hasta que este último se retiró.

El Ejecutivo gibraltareño afirmó que en la misma semana se registraron dos incidentes similares, uno con la Guardia Civil y otro con otro buque militar español, lo que podría derivar en una protesta diplomática formal del Foreign, Commonwealth & Development Office (FCDO) ante España. Aunque desde el Reino Unido insistieron en que las incursiones representan una violación de la soberanía británica, subrayaron que no constituyen una amenaza directa. Este episodio refleja la complejidad histórica que rodea el estatus de Gibraltar, un tema sensible que, pese al nuevo acuerdo bilateral, continúa siendo fuente de fricciones entre ambos países.
Te puede interesar: Histórico acuerdo entre Reino Unido y la UE define el estatus de Gibraltar tras el Brexit












