El Gobierno de España decidió anular un contrato clave con Huawei para la renovación de la red de fibra óptica RedIRIS, utilizada por el Ministerio de Defensa, universidades y centros de investigación, en una medida que refleja la creciente tensión geopolítica entre Occidente y China.
La cancelación, confirmada en las últimas horas, responde a una combinación de presiones externas y argumentos internos sobre la necesidad de reforzar la “autonomía tecnológica” del país. El proyecto, valorado en 12,3 millones de euros, había sido adjudicado a Telefónica para incorporar equipamiento de la firma china a una infraestructura de más de 15.000 kilómetros.
Washington fija condiciones y amenaza la cooperación en inteligencia
Según reveló El País, la administración de Donald Trump había dado un ultimátum a Madrid con fecha límite el 31 de agosto, advirtiendo que la continuidad del contrato podía afectar directamente la cooperación bilateral en inteligencia y defensa. La Casa Blanca transmitió de forma explícita que la presencia de Huawei en redes críticas españolas era incompatible con la confianza estratégica que sustenta la relación militar y tecnológica con Washington.
Este episodio se inscribe en la política estadounidense de aislamiento de proveedores chinos en sectores considerados sensibles, especialmente en telecomunicaciones y defensa. Huawei ha sido durante la última década objeto de sanciones, acusaciones de espionaje y restricciones de acceso a mercados occidentales, pese a negar en reiteradas ocasiones cualquier vínculo con actividades de ciberespionaje.

Bruselas y la postura europea frente a Huawei
Más allá de las presiones de Washington, la Comisión Europea también había instado a los Estados miembros a limitar o excluir la participación de Huawei en el desarrollo de redes 5G y en otras infraestructuras críticas. El argumento central de Bruselas es que las compañías tecnológicas con vínculos estatales en China representan un riesgo sustancial para la seguridad y la soberanía digital europea.
A ello se suma la decisión del Parlamento Europeo de prohibir desde principios de 2025 el ingreso de grupos de lobby de Huawei a sus instalaciones, tras la aparición de denuncias de supuestos sobornos y prácticas irregulares de influencia. Estas medidas reflejan un consenso creciente en la Unión Europea respecto de la necesidad de blindar sus sistemas estratégicos ante posibles injerencias extranjeras.
Huawei en el centro de la batalla tecnológica global
La controversia en torno a Huawei trasciende lo puramente comercial. Para Pekín, la compañía es un actor emblemático de su proyección tecnológica y de su capacidad para disputar a Occidente el liderazgo en sectores clave como las telecomunicaciones, la inteligencia artificial y la ciberseguridad. Para Washington y Bruselas, en cambio, su rol plantea interrogantes de soberanía y control sobre datos sensibles en escenarios de confrontación geopolítica.
El caso español se convierte así en un nuevo capítulo de la pugna global entre China y Occidente por el control de la infraestructura digital. En paralelo, abre interrogantes sobre el costo político y estratégico que supone para los Estados europeos alinearse con la agenda de seguridad de Estados Unidos, en ocasiones a expensas de relaciones bilaterales con Pekín.

Repercusiones para la política exterior española
La decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez marca un giro sensible en la política tecnológica española. Madrid había mantenido hasta ahora un enfoque pragmático, permitiendo la incorporación de proveedores chinos bajo esquemas de control, pero la presión combinada de Washington y Bruselas obligó a replantear esa estrategia.
La cancelación podría tener impacto directo en las relaciones comerciales con China, un socio clave en sectores como las energías renovables, el transporte y la inversión en infraestructura. A su vez, fortalece la dependencia estratégica de España respecto de los marcos de seguridad dictados por la OTAN y la Unión Europea.
Te puede interesar: Polémica en España por la compra fallida de drones chinos acusados de espionaje por Estados Unidos













