La relación bilateral entre Argentina y Estados Unidos atraviesa un momento de redefinición marcado por el impacto de los aranceles, la cooperación en seguridad y las negociaciones para el acceso al programa Visa Waiver.
El Informe N.º 144 de la Jefatura de Gabinete reveló el abanico de gestiones y acuerdos que estructuran el vínculo actual, donde se combinan tensiones comerciales con intentos de afianzar una agenda estratégica más amplia.

Comercio bilateral bajo presión arancelaria
Uno de los ejes más sensibles ha sido el aumento de aranceles estadounidenses al acero y aluminio, que llegaron al 50% en junio de 2025. Para la Argentina, estos sectores son claves, con exportaciones superiores a los 600 millones de dólares anuales.
El gobierno nacional, a través del Ministerio de Economía y Cancillería, inició gestiones directas con la Oficina del Representante Comercial de EE. UU. (USTR) para limitar el impacto en divisas y empleo.

Este margen posiciona a la Argentina en un nivel relativamente favorable, aunque la disputa sigue abierta y enmarcada en negociaciones confidenciales para proteger hasta un 80% de las exportaciones nacionales.
Diplomacia y designación de embajadores
Otro capítulo de la relación bilateral se dio con la nominación de Peter Lamelas como embajador estadounidense en Buenos Aires. Pese a críticas en el Senado argentino por sus declaraciones iniciales, calificadas de intromisión en los asuntos internos de la Argentina, el gobierno encabezado por Milei aprobó su plácet en abril de 2025.

La Cancillería, liderada por Gerardo Werthein, confirmó que el vínculo con el diplomático buscará sostener un canal productivo de cooperación, marcando la voluntad política de priorizar una agenda pragmática sobre eventuales roces discursivos.
Seguridad y cooperación estratégica
El área de seguridad ha ganado protagonismo. En julio de 2025, la ministra Patricia Bullrich firmó junto a la secretaria de Seguridad Nacional de EE. UU., Kristi Noem, acuerdos de cooperación en verificación electrónica de nacionalidad, intercambio de información y captura de prófugos internacionales.
La visita oficial de Noem incluyó reuniones con el presidente Javier Milei en Casa Rosada y actividades conjuntas en Campo de Mayo, en una señal de que Washington busca profundizar la cooperación en terreno con fuerzas argentinas.

A esto se sumó una declaración de intención para ingresar Programa de Exención de Visas (del cual la Argentina fue parte entre 1996 y 2002), que implicaría mayores compromisos en materia de control migratorio y seguridad fronteriza, con el afán de que los ciudadanos argentinos puedan entrar a los Estados Unidos sin necesidad de atravesar aquel tedioso trámite que podía llegar a tardar más de un año y medio. Según estimaciones oficiales, el ingreso de la Argentina al Visa Waiver Program podría demorar entre 1 y 3 años en el mejor de los casos.
Te puede interesar: Argentina se alinea con Estados Unidos y declara al Cártel de los Soles como grupo terrorista, en plena ofensiva regional contra Maduro












