El Gobierno de Dinamarca convocó al principal diplomático de EE.UU. en Copenhague tras un reporte que denuncia presuntas operaciones de interferencia en Groenlandia. Según la emisora pública DR, al menos tres personas vinculadas al presidente Donald Trump habrían llevado a cabo actividades encubiertas para influir en la política local y recopilar información sobre líderes groenlandeses. El ministro de Asuntos Exteriores danés, Lars Løkke Rasmussen, calificó de “inaceptable” cualquier intento extranjero de manipular la relación entre Groenlandia y el Reino de Dinamarca.
Dinamarca exige explicaciones a Washington
El ministro Lars Løkke Rasmussen anunció la citación de Mark Stroh, el principal representante diplomático de EE.UU. en el país, tras revelarse un informe que señala presuntas operaciones de interferencia en Groenlandia. Según la investigación de la emisora pública DR, al menos tres ciudadanos estadounidenses asociados a Trump habrían intentado influir en actores políticos, empresarios y líderes locales groenlandeses para favorecer intereses de Washington. Parte de estas acciones habrían incluido la elaboración de listas de groenlandeses “pro-Estados Unidos” y la recopilación de información para desacreditar a Dinamarca en medios internacionales.

La cancillería danesa calificó estas denuncias como “graves” y advirtió que cualquier intento extranjero de afectar la estabilidad interna del Reino de Dinamarca será considerado inaceptable. Por su parte, el Servicio de Inteligencia y Seguridad danés (PET) alertó que Groenlandia se ha convertido en un objetivo prioritario de campañas de influencia, debido a su ubicación estratégica en el Ártico y sus vastos recursos minerales. El gobierno groenlandés, que goza de autonomía administrativa, también expresó preocupación por las posibles consecuencias en la relación bilateral con Dinamarca y la OTAN.
Desafíos ambientales que complican la disputa por Groenlandia
El creciente interés de EE.UU. en Groenlandia no solo responde a su ubicación estratégica en el Ártico y sus riquezas minerales, sino también a su papel clave en la competencia geopolítica global. La isla, rica en metales raros esenciales para tecnologías avanzadas y ubicada cerca de rutas marítimas emergentes, es considerada un punto crítico para el control militar y energético en el norte. Sin embargo, el contexto ambiental hace que cualquier plan de explotación de recursos o expansión militar sea complejo y costoso.

El derretimiento acelerado del casquete polar, el deshielo del permafrost y los frecuentes deslizamientos de tierra generan riesgos para la infraestructura, desde puertos hasta bases aéreas. Los efectos del cambio climático en Groenlandia tienen implicaciones globales. El retroceso del hielo está elevando el nivel del mar y alterando ecosistemas costeros, mientras que el aumento de icebergs amenaza plataformas petroleras y rutas marítimas en el Atlántico Norte.
Además, fenómenos extremos, como tsunamis provocados por deslizamientos de montaña, han devastado poblaciones locales en años recientes. Estos desafíos ambientales impactan directamente en los planes estratégicos de EE.UU. y la OTAN para ampliar su presencia en el Ártico. Aunque la administración Trump ha presionado para impulsar la explotación energética en la región, los costos, la inestabilidad del terreno y las limitaciones logísticas ponen en duda la viabilidad de sus ambiciones.
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