Este martes, el Gobierno argentino declaró al Cártel de los Soles, proveniente de Venezuela, como organización terrorista, siguiendo los pasos del Estados Unidos de Donald Trump. La Cancillería confirmó en un comunicado la incorporación de la organización criminal transnacional conocida como “Cártel de los Soles” al Registro Público de Personas y Entidades vinculadas a Actos de Terrorismo y su Financiamiento (RePET), dependiente del Ministerio de Justicia.
“En el marco de los compromisos internacionales asumidos por la República Argentina en materia de lucha contra el terrorismo y su financiamiento, y en cumplimiento de la normativa nacional vigente […] la decisión, adoptada en coordinación entre el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, el Ministerio de Seguridad Nacional y el Ministerio de Justicia, se fundamenta en informes oficiales que acreditan actividades ilícitas de carácter transnacional, entre ellas narcotráfico, contrabando y explotación ilegal de recursos naturales, así como vínculos con otras estructuras criminales en la región”, reza el comunicado oficial.
De esta manera, Argentina busca fortalecer “los mecanismos preventivos y sancionatorios frente a operaciones de financiamiento vinculadas al terrorismo y al crimen organizado”, además de reforzar la cooperación internacional en materia de Seguridad y Justicia. En paralelo, la decisión nace para “reafirmar el compromiso con la paz, la estabilidad y la seguridad hemisférica”, según la cartera diplomática.
Alineamiento expreso con Estados Unidos
Con la implementación de esta medida, el Gobierno argentino habilita a que el Cártel de los Soles pueda ser sancionado financiera y operativamente, gracias a la inscripción del grupo en el RePET. Esto permitirá “limitar la capacidad de acción de estas organizaciones criminales, al tiempo que protege al sistema financiero argentino de ser utilizado con fines ilícitos”, según Cancillería.
A grandes rasgos, podría confirmarse que la decisión del actual gobierno de Javier Milei se enmarca en un enfoque de Seguridad claro, caracterizado por fortalecer la lucha contra el crimen organizado, el terrorismo y el narcotráfico. Pero también demuestra el alineamiento actual con Estados Unidos, ya que la decisión reciente sigue el camino tomado por Washington el pasado 25 de julio, declarando al Cártel de los Soles como entidad terrorista global.

En su momento, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro sancionó al grupo venezolano como entidad de terroristas globales especialmente designados (SDGT). Entre sus argumentos, se encontraba que el Cártel de los Soles está dirigido por Nicolás Maduro Moros y otros altos cargos de su régimen, y que proporciona apoyo material a organizaciones terroristas extranjeras que amenazan la paz y la seguridad de Estados Unidos, concretamente a Tren de Aragua y al cártel de Sinaloa.
“Con sede en Venezuela, el cartel de los Soles (también conocido como cartel de los Suns) es dirigido por Nicolás Maduro Moros y otros altos cargos del régimen de Maduro que han corrompido las instituciones gubernamentales de Venezuela, incluyendo partes del ejército, los servicios de inteligencia, el poder legislativo y el poder judicial, con el fin de facilitar las actividades del cartel en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. El nombre del cartel proviene de las insignias solares que suelen aparecer en los uniformes de los militares venezolanos. El cartel de los Soles apoya a Tren de Aragua en su objetivo de utilizar la corriente de drogas ilegales como arma contra los Estados Unidos. Además, el cartel de los Soles ha prestado apoyo al cartel de Sinaloa”, destaca el comunicado oficial del Departamento de Estado norteamericano.
La presión de Trump a Venezuela
El Cártel de los Soles y su categorización de entidad terrorista global se enmarca en una ofensiva general de Estados Unidos contra Venezuela, impulsada por la administración de Donald Trump para consolidar su influencia regional al enfrentar simultáneamente a los carteles latinoamericanos y al gobierno de Nicolás Maduro. Recientemente, Washington anunció el despliegue de destructores frente a Venezuela para hacer frente a este tipo de organizaciones terroristas, y en simultáneo duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por la captura del Maduro, acusado de narcotráfico y de colaborar con organizaciones criminales transnacionales.

El líder estadounidense considera que su homólogo venezolano es un actor central en las redes de narcotráfico internacional, acusación que Caracas niega rotundamente. En general, este endurecimiento de la posición estadounidense contra Venezuela alimenta un escenario de tensión geopolítica creciente, donde la confrontación entre Washington y Caracas no sólo redefine la relación bilateral, sino que también presiona a países vecinos como Colombia, Brasil y México a tomar posiciones frente al nuevo equilibrio de poder regional. En este contexto se encuentra, también, Argentina.
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