El canciller ruso Sergei Lavrov reafirmó el respaldo de Moscú al gobierno de Nicolás Maduro en un contexto de creciente tensión con Washington. La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, confirmó la conversación y destacó el papel de Rusia como aliado estratégico frente a lo que calificó como una “escalada de amenazas” por parte de Estados Unidos. Rodríguez agradeció públicamente a Lavrov por su “inquebrantable apoyo” y subrayó que ambos países comparten la defensa de la soberanía y el rechazo a lo que llaman intentos de neocolonialismo.

Este nuevo episodio se inscribe en una serie de gestos que fortalecen la alianza ruso-venezolana, en la que ambos gobiernos se muestran unidos frente a lo que consideran acciones hegemónicas de Occidente.
Movilización militar en Venezuela
En respuesta al acercamiento naval de EE.UU., el presidente Maduro anunció la activación de millones de milicianos civiles en todo el país y ordenó nuevos procesos de reclutamiento. Durante una transmisión televisada, aseguró que Venezuela “defenderá sus mares, cielos y tierras” e insistió en que ningún imperio podrá tocar su territorio.
La movilización ocurre mientras aumenta la presión diplomática y militar en la región, en un contexto donde Venezuela mantiene un estrecho vínculo con Rusia en materia de cooperación técnica y militar.

Las autoridades venezolanas también destacaron que los recientes movimientos militares forman parte de la conmemoración de los 80 años de relaciones diplomáticas con Moscú, celebradas este año con actos conjuntos y acuerdos políticos.
Una alianza consolidada en el escenario internacional
El Ministerio de Exteriores de Rusia emitió un comunicado donde reafirmó que ambos países continuarán defendiendo los principios del derecho internacional y oponiéndose a lo que denominan “el orden basado en normas” impulsado por Occidente.

Este discurso se alinea con la narrativa más amplia del Kremlin de proyectar una red de aliados en América Latina frente a la presión estadounidense y europea.
La reafirmación de la alianza ruso-venezolana se produce en un momento clave, con Estados Unidos intensificando su presencia militar en el Caribe y América del Sur, y con Venezuela buscando apoyo externo para contrarrestar la presión política, económica y militar de Washington.
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