Las principales refinerías estatales de India han comenzado a recortar sus compras de crudo ruso, reemplazándolas con suministros provenientes de Estados Unidos, Brasil y países de Medio Oriente. La medida, reportada por Bloomberg, ocurre antes de la cumbre entre el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladímir Putin, prevista para mañana 15 de agosto en Alaska, donde se abordará la guerra en Ucrania.

Este ajuste coincide con el incremento de la presión comercial de Washington sobre Nueva Delhi, que incluyó la imposición de aranceles del 25% a partir del 1 de agosto, duplicados al 50% apenas una semana después.
Presión de Washington y efectos en el mercado
Trump justificó los aranceles como una forma de forzar a India a dejar de importar energía y armamento de Rusia. Desde la invasión a gran escala de Ucrania en 2022, Nueva Delhi había aprovechado los descuentos del crudo ruso, llegando a convertirse en 2025 en el mayor comprador mundial de petróleo de los Urales transportado por mar, con cerca del 80% de las exportaciones de ese tipo.

Paralelamente, Rusia ha redirigido sus exportaciones hacia China, ofreciendo descuentos adicionales para compensar la caída de la demanda india.
Impacto en refinerías privadas y rutas alternativas
Aunque las empresas estatales han reducido drásticamente su exposición al crudo ruso, refinerías privadas como Reliance Industries y la ruso-india Nayara Energy podrían mantener parte de las importaciones mediante contratos a plazo. No obstante, enfrentan obstáculos financieros y logísticos, ya que bancos y navieras muestran reticencia a operar con petróleo ruso por temor a sanciones secundarias de Estados Unidos.
Algunos compradores evalúan utilizar bancos de menor tamaño, pagos en yuanes y flotas paralelas para mantener el flujo de suministros, en un contexto de creciente presión diplomática y comercial a escala global.
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