Un fuerte terremoto en la península de Kamchatka provocó daños visibles en una base nuclear de submarinos de Rusia, según imágenes satelitales recientes. El muelle flotante de la base de Rybachiy, un punto estratégico de la Flota del Pacífico rusa, sufrió una rotura parcial tras el sismo de magnitud 8.8. Aunque no se reportaron fugas de radiación ni impactos operativos graves, el incidente pone de manifiesto la vulnerabilidad de instalaciones clave en una región sísmicamente activa.
Impacto sísmico en una instalación nuclear de submarinos
Imágenes satelitales proporcionadas por Planet Labs confirman que un muelle flotante en la base de submarinos nucleares de Rybachiy resultó gravemente dañado tras el potente terremoto registrado el 3 de agosto en el Lejano Oriente de Rusia. Esta instalación, heredada de la era soviética y aún fundamental para la proyección marítima en el Pacífico, se encuentra en una ensenada de la península de Kamchatka, a unos 130 km del epicentro. Una sección del muelle aparece desprendida, aunque el resto de la infraestructura parece intacta.

Si bien el incidente no compromete la capacidad operativa de la base, pone de relieve los riesgos que enfrentan infraestructuras militares críticas frente a desastres naturales. Hasta el momento, las autoridades rusas no han emitido comunicados oficiales y no se han detectado niveles anómalos de radiación. Sin embargo, expertos advierten que la creciente actividad sísmica en esta región remota podría representar una amenaza latente para las operaciones nucleares de Rusia en Kamchatka.
Tensión nuclear entre EE. UU. y Rusia tras despliegue de submarinos estadounidenses
En medio de la creciente preocupación por la vulnerabilidad de instalaciones nucleares tras el terremoto en Kamchatka, un nuevo foco de tensión ha surgido entre Washington y Moscú. El presidente estadounidense Donald Trump anunció el despliegue de dos submarinos con capacidad nuclear en la región, en respuesta a comentarios recientes del vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev. Este había hecho alusión a un dispositivo de represalia soviético, capaz de lanzar un contraataque nuclear incluso si el liderazgo del país era eliminado.

El Kremlin respondió con cautela. El portavoz Dmitri Peskov pidió moderación en todo lo relativo a la retórica nuclear, reafirmando el compromiso de Rusia con la no proliferación. Aunque no se ha especificado si los submarinos enviados por EE.UU. están armados con ojivas nucleares ni su ubicación exacta, el movimiento se produce en un contexto ya tenso por la guerra en Ucrania y las presiones de Washington para que Moscú detenga el conflicto antes del 8 de agosto.
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