El pasado jueves 31 de julio la Asamblea Legislativa de El Salvador ratificó una controversial reforma presidencial que permite la reelección presidencial indefinida. La iniciativa presentada por el partido Nuevas Ideas (NI) del presidente Nayib Bukele fue aprobada con 57 votos de los 60 parlamentarios. Dicha reforma incluye la reducción del período presidencial actual hasta el año 2027, y no en 2029, con el objetivo de que los comicios presidenciales, legislativos y municipales coincidan. Además, la disposición también extiende el período presidencial de cinco a seis años y suprime la segunda vuelta en las elecciones.
Aquellos diputados que aprobaron la iniciativa justificaron que la decisión de que el presidente pueda ocupar su cargo por tiempo indefinido residirá en la población a través del voto. “El poder reside en el pueblo. Y solo el pueblo tiene el derecho a decidir”, se pronunció a través de la red social X, Ernesto Castro, diputado de Nuevas Ideas y presidente de la Asamblea Legislativa. “Somos conscientes de la responsabilidad histórica de este día, que marcará un antes y un después para El Salvador”, agregó.

Otro de los argumentos expuestos por los diputados del NI es “evitar las permanentes campañas electorales y sus elevados costos asociados” al reducir la frecuencia de las elecciones.
Tras la aprobación de las reformas, Bukele no ha emitido expresiones sobre el cambio constitucional.
“Han matado la democracia”
Durante la sesión en que fue aprobada la reforma, la diputada Marcela Villatoro, del partido opositor Alianza Republicana Nacionalista (Arena), criticó la reforma expresando que los legisladores “han hecho una confesión pública de matar la democracia disfrazada de legalidad” y que “han matado la democracia en El Salvador”.
Por su parte, la diputada Claudia Ortiz de la agrupación opositora VAMOS opinó que las reformas solo buscan “perpetuar a un pequeño grupo en el poder y seguir acumulando recursos y seguir acumulando poder y dejando a la gente cada vez más pobre. Esta historia se ha contado muchas veces en muchos países del mundo”.

Mientras tanto, desde el oficialismo rechazan estos argumentos y sostienen que delegan la decisión a los salvadoreños que se acerquen a las urnas.
Bukele inició el 1 de junio de 2024 su segundo mandato consecutivo, a pesar de que varios artículos de la Constitución lo prohíben, tras un cambio de criterio de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, que la primera Legislatura dominada por NI en 2021 nombró en un proceso cuestionado.
A pesar de las críticas, el actual presidente salvadoreño sigue siendo extremadamente popular en El Salvador, con una tasa de aprobación de casi el 85%, según un estudio publicado en junio por la Universidad Centroamericana Jesuita.
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