El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el redespliegue de dos submarinos nucleares hacia “regiones apropiadas” como respuesta directa a las declaraciones del exmandatario ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa, Dmitri Medvédev. El anuncio fue realizado el 1° de agosto a través de Truth Social, la red social del mandatario norteamericano.
“Dada la naturaleza extremadamente provocadora de las declaraciones de Dmitri Medvédev, he ordenado el posicionamiento de dos submarinos nucleares en las regiones correspondientes, por si estos dichos insensatos resultan ser algo más que simples palabras”, sostuvo Trump. “Las palabras son muy importantes, y muchas veces conducen a consecuencias no deseadas. Espero que este no sea uno de esos casos”.
El despliegue, cuyo carácter exacto —si son unidades de propulsión nuclear o con capacidad de armamento nuclear— no fue detallado, implica una señal inequívoca de disuasión frente al Kremlin en un contexto de escalada discursiva y presiones diplomáticas cruzadas.

Amenazas cruzadas y escalada verbal
La decisión del presidente estadounidense llegó poco después de que Medvédev respondiera con dureza al ultimátum emitido por Trump, quien había exigido a Rusia detener completamente su invasión a Ucrania antes del 8 de agosto, bajo amenaza de aplicar nuevas sanciones arancelarias “severas”.
En un mensaje publicado el 28 de julio, Medvédev calificó la advertencia como “una amenaza directa” y “un paso hacia la guerra, no solo contra Ucrania, sino contra Estados Unidos mismo”. Agregó, con tono desafiante, que Rusia “no es ni Israel ni Irán”, desestimando la capacidad de presión estadounidense.
El exmandatario ruso, conocido por su estilo provocador en redes sociales, también ironizó sobre el cambio en el plazo que Trump había dado a Moscú: “Trump ahora juega al juego de los ultimátums: 50 días o 10. Que recuerde que cada nuevo ultimátum es una escalada”, advirtió.

Un pulso personal entre líderes
La disputa tiene también un matiz personal. Trump tildó a Medvédev de “presidente fracasado” y le pidió que “mida sus palabras”. En otro posteo, lo acusó de creerse todavía jefe de Estado y le aconsejó: “Mantenelo así, pero cuidá lo que decís”.
Desde su regreso al poder, Trump ha insistido en que podría poner fin a la guerra en Ucrania “en 24 horas”, aunque hasta el momento sus esfuerzos por impulsar un alto el fuego no han dado frutos. El propio mandatario ha manifestado frustración con el presidente ruso Vladímir Putin, a quien acusó recientemente de obstaculizar sus intentos de mediación.
“Yo vuelvo a casa y le digo a la Primera Dama: ‘Hablé con Vladímir hoy. Fue una gran conversación’. Y ella me responde: ‘¿Ah sí? Acaban de bombardear otra ciudad’”, relató en tono crítico durante una intervención en la Casa Blanca.

Respuesta de Putin y panorama incierto
El Kremlin, por su parte, no respondió directamente a las declaraciones de Trump ni a su ultimátum. No obstante, el presidente Putin afirmó el viernes que busca una “paz duradera y estable”, aunque sin dar señales concretas de estar dispuesto a negociar bajo los términos occidentales. Las conversaciones de paz en Estambul entre delegaciones de Moscú y Kyiv se rompieron tras menos de una hora, sin acuerdos, salvo por intercambios de prisioneros.
Putin señaló que los desacuerdos surgen por “expectativas infladas”, en aparente alusión a las exigencias de Washington. Mientras tanto, los ataques rusos sobre zonas residenciales en Ucrania se han intensificado, con un bombardeo en Kiev que dejó 31 muertos, el saldo más grave en la capital en lo que va del año.
Según Trump, solo en julio murieron más de 20.000 soldados rusos, en lo que representa uno de los meses más sangrientos para el Kremlin desde el inicio de la guerra.
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