En medio de una creciente escalada de tensiones en el Indo-Pacífico, China acusó este martes a Estados Unidos y Filipinas de utilizar el conflicto en el Mar Meridional de China como una excusa para intensificar su alianza militar y desplegar fuerzas que amenazan la estabilidad regional. La reacción se produce tras la visita del presidente filipino Ferdinand Marcos Jr. a Washington, donde ambas naciones reafirmaron que su Tratado de Defensa Mutua incluye compromisos explícitos en la zona marítima en disputa.
Durante una conferencia de prensa en Beijing, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Guo Jiakun, afirmó que “China se opone firmemente a cualquier intento de utilizar el Mar Meridional como pretexto para fortalecer alianzas militares o realizar despliegues militares dirigidos”. Según Guo, este tipo de movimientos “no resuelven ningún problema, y solo contribuyen a aumentar las tensiones”.
EE.UU. reafirma su compromiso de defensa con Filipinas
Durante la cumbre bilateral del 21 de julio, el secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, declaró que el tratado de defensa cubre “cualquier ataque armado contra nuestras fuerzas armadas, aeronaves o embarcaciones públicas, incluida la Guardia Costera, en cualquier parte del Pacífico, incluido el Mar Meridional de China”. Además, se anunciaron nuevas medidas de cooperación como el despliegue de misiles de alcance intermedio y la construcción conjunta de depósitos de munición en territorio filipino.

Estos anuncios se suman a informes recientes que indican la intención de Japón de vender a Filipinas seis escoltas de clase Abukuma, lo que marca un nuevo capítulo en la creciente cooperación militar regional respaldada por Estados Unidos.
Beijing advierte sobre consecuencias regionales
Guo subrayó que los países tienen libertad para establecer vínculos en materia de defensa, pero advirtió que “tales acuerdos no deben estar dirigidos contra terceros, ni deben interferir en disputas marítimas ni provocar enfrentamientos”. China instó a Manila a detener la escalada y evitar involucrar a potencias externas como forma de apoyo político o militar.
“Instamos al lado filipino a detener la exageración de tensiones, a no trasladar la culpa y a abstenerse de invitar fuerzas externas que solo complican la situación”, sostuvo el vocero.

Además, desde Beijing se reiteró el llamado a Filipinas a ejercer una política exterior verdaderamente autónoma, en línea con el objetivo compartido de preservar la paz y la estabilidad en Asia-Pacífico.
Japón bajo la mira de Beijing por su rearme espacial
La crítica china no se limitó a Manila. Guo también cuestionó a Japón por sus planes de expansión militar, en especial en el dominio espacial. Afirmó que “Tokio ha aumentado su presupuesto de defensa de forma sostenida y avanza por la senda de la expansión militar extraplanetaria”, en referencia a las nuevas directrices japonesas para operar en el espacio.
El portavoz manifestó una “firme oposición” a que Japón utilice amenazas externas como justificación para su rearmamento, y condenó el despliegue proyectado de misiles de largo alcance en la isla de Kyushu como parte de sus capacidades de contragolpe.

Contexto geoestratégico: El Mar Meridional como epicentro de disputa
El Mar Meridional de China es una de las zonas marítimas más disputadas del mundo, con reclamos superpuestos de China, Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán. En ese contexto, la creciente militarización y los pactos de defensa liderados por Estados Unidos han sido interpretados por Beijing como un intento de contener su ascenso geopolítico.
China ha construido bases militares en islas artificiales dentro de la llamada “línea de nueve puntos”, una delimitación que no cuenta con reconocimiento internacional, pero que funciona como ancla de sus reclamos soberanos. El incremento de patrullajes estadounidenses y de países aliados en esa zona ha elevado las posibilidades de incidentes que escalen hacia una confrontación abierta.
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