A pesar de la victoria presidencial del año pasado, el Partido Democratico Progresista (PPD) perdió su mayoría legislativa, siendo sumamente difícil la aprobación de sus proyectos de ley. La oposición busca fortalecerse en medio de una reñida elección que tiene en vilo a todo Taiwán. La primera votación es el 26 de julio, donde 24 legisladores del KMT pueden ser destituidos. Mientras que la segunda es el 23 de agosto, donde 7 legisladores podrían correr la misma suerte.
El gobierno taiwanés está trabajando a contrarreloj y bajo serias presiones: se enfrenta a una oposición que cuenta con el apoyo de agentes chinos que busca desestabilizar el Yuan legislativo (la legislatura taiwanesa con sede en Taipei) y a un recorte presupuestario importante que reduce los gastos en defensa. Esto fue consecuencia de la mayoría legislativa de la oposición, que revocó todos los proyectos oficialistas para aumentar el gasto. En medio de crecientes presiones militares y diplomáticas contra Taiwán por parte de China, el escenario se vuelve cada vez más controversial para el presidente Lai Ching-te, quien intentó entablar conversaciones con China pero fue rechazado. A estos problemas, se le suma la revocatoria en cuestión que ha sido uno de los primeros temas de la agenda política de Taiwán desde principios de año. La revocatoria, que no tiene precedentes en la nación insular, se dirige contra los legisladores electos el año pasado debido a, entre otras causas políticas, al desacuerdo en el presupuesto aprobado en enero. Por este recurso, los votantes pueden destituir a los legisladores electos a mitad de su mandato. Ahora bien…¿Cuáles son las etapas de la revocatoria y en qué consiste cada una?
Para comenzar, los peticionarios de la revocatoria deben reunir obligatoriamente firmas del 1% de los votantes en el distrito electoral. Posteriormente, se debe asegurar el acuerdo de un 10% adicional de los votantes para iniciar un referendo revocatorio mediante mayoría simple. Por último, para validar el resultado, el 25% de los votantes debe participar en la votación final de la revocatoria. Hace dos meses, los peticionarios informaron que habían alcanzado el número de firmas necesario.
Cada partido tiene sus propias preocupaciones e incentivos. El Partido Kuomintang (KMT), junto a sus partidos aliados, cuenta con 52 escaños en el Yuan legislativo, que le permitieron obstaculizar numerosos proyectos del oficialismo. El objetivo es mantener esa ventaja y profundizar los lazos con China, el cual es el principal eje de la disputa entre ambos partidos taiwaneses: el PPD acusa al KMT de cooperar con China para reducir el gasto en defensa nacional y así no cumplir con las demandas de Estados Unidos, que busca fortalecer militarmente a Taiwán en caso de un enfrentamiento en el pacífico. A su vez, el KMT denuncia que la revocatoria es un instrumento poco democratico que solo tiene como objetivo silenciar a los rivales políticos. Por su parte, el PPD intenta reemplazar los legisladores del KMT que van a revocación, para frenar la obstaculización de proyectos de ley y recuperar el “escudo legislativo” del oficialismo.
Todo conflicto político trae consecuencias económicas. En caso de no lograr la mayoría legislativa, el PPD se enfrenta a un serio problema, ya que no podrá promulgar leyes que respondan a las tarifas arancelarias del 32% de Estados Unidos. Esto podría provocar la pérdida de apoyo de los votantes que en un inicio respaldaron la revocatoria. Es por ello que, a pesar de una leve ventaja sobre el KMT, el PPD no tiene un panorama fácil. El KMT puede perder a aproximadamente 10 legisladores, pero esto depende de la capacidad del PPD de captar votos “centristas”, que comprende la contienda principal de la revocatoria. En efecto, el KMT debe moderar su relacionamiento con funcionarios chinos para llevar al partido más hacia el centro, haciéndose más fuerte de cara a la votación.
En caso de que las revocatorias prosperen, se podría interpretar como una señal contra la injerencia china en Taiwán por parte de la ciudadanía, siendo un golpe al diálogo constante que tuvo el KMT con los funcionarios chinos. La revocación de legisladores cercanos al régimen chino puede significar un reafirmamiento de la voluntad taiwanesa de separarse de los asuntos de la República Popular China, sosteniendo su libre determinación e independencia. A su vez, esto puede significar un mayor apoyo al presidente Lai Ching-te, fortaleciendo la autonomía taiwanesa y sus políticas “separatistas” de Beijing.
Las elecciones en Taiwán no son solamente una distribución de poder interna, sino también una prueba de fuego de lo que ocurre en el exterior, es decir, es otro escenario de disputa entre China y Taiwán. El continente asiático es un foco constante de tensiones políticas y militares, donde China intenta colocarse como hegemón regional, intercediendo en todas las disputas que surjan.
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